Las batallas se sucederán de una manera vertiginosa. El presidente de la República, Juan Negrín, intentará sin éxito implicar a franceses e ingleses en la defensa de España. Les advierte que su futuro pasa por el éxito o el fracaso de Franco, pero Inglaterra y Francia hacen oídos sordos y se citarán años más tarde en el campo de batalla con Italia y Alemania, benefactores de Franco.

En octubre de 1937, la República pierde fuelle con la caída de la franja del norte. En febrero del año siguiente, Franco empleará un mes en salir victorioso de la batalla de Aragón. El enfrentamiento definitivo queda servido. En la Batalla del Ebro, «el Ejército republicano empeña lo mejor de su gente para contener a los sublevados, pero no lo consigue y cuando se acaba la batalla, Franco conquista Cataluña en febrero de 1939 y ahí se acaba la guerra tras cien días de asedio», recuerda el investigador zamorano.

Pero hay una segunda razón que impide rentabilizar la información. «Mucha culpa la tienen los propios mandos, particular me centro en Vicente Rojo, director estratégico de los republicanos, el estratega y general con más prestigio, quien no logra rentabilizar la información que se obtiene para mejorar el rendimiento del ejército», añade Rodríguez. Decisiones erróneas que pudieron decidir la suerte final de la guerra.

En cambio, Hernán Rodríguez habla de una «derrota prevista». «Luchan y jamás bajan los brazos», defiende el investigador, pero saben de su suerte. Pese a todo, Negrín y Rojo redactan una carta al término de la Guerra Civil en la que reconocen dos realidades. De un lado, la labor del Servicio de Inteligencia Militar a las órdenes del coronel Estrada. De otro, la penuria de medios del Ejército republicano. La conclusión está servida. «Fue de menos a más, terminó siendo bastante bueno para los recursos que había, pero se le sacó poco provecho», zanja el escritor del libro.

Todo está en «Una derrota prevista. El espionaje militar republicano en la Guerra Civil española (1936-1939)», un primer trabajo al que seguirán otros para verter más luz sobre una realidad tan desconocida como decisiva: el ámbito militar.