La mayor parte de los manifestantes que acudieron ayer a la manifestación convocada ayer por UGT y CC OO coincidieron en apuntar el abaratamiento del despido y la posibilidad de sufrir una merma salarial entre los aspectos más preocupantes que incorpora la reforma laboral.

«Yo creo que la gente todavía no es consciente de lo que se nos viene encima y del poder que adquieren los empresarios para hacer lo que quieran», según plantea Raquel Hernández, una de las jóvenes que participó ayer en la movilización que recorrió ayer el centro de la capital. Trabajadora de un supermercado, a esta zamorana le preocupan «los cambios en las condiciones laborales que pueden hacer a partir de ahora las empresas» y echó en falta la presencia en la movilización «de un mayor número de parados, que deberían de estar aquí defendiendo sus derechos».

También decidió salir a la calle a mostrar su desacuerdo con la reforma laboral recién aprobada por el Gobierno Héctor Tejero, un joven estudiante de Derecho que muestra su incertidumbre por su futuro laboral. «Este año acabo la carrera y lo voy a tener muy difícil no solo para encontrar un trabajo fijo sino también para garantizar unas condiciones de trabajo dignas», según expone.

La manifestación contó con la participación de zamoranos de todas las edades, desde jóvenes a personas de mediana edad y mayores que quisieron simbolizar su rechazo a la reforma laboral. Entre la multitud que cubrió el trayecto entre la plaza de La Marina y la Subdelegación del Gobierno también se encontraban familias enteras y trabajadores pertenecientes a todo tipo de sectores profesionales. S. H, trabajadora de hostelería considera que «la reforma sólo es el principio de los recortes que va a hacer este Gobierno y que hay parar como sea, aunque tengamos que recurrir a movilizaciones como las llevadas a cabo en Grecia».

El descenso de salarios es una de las modificaciones de las condiciones laborales que más preocupan a la mayor parte de los trabajadores. Así lo reconoció Manuel R, un joven que también se sumó ayer a la protesta, quien aseguró que «todos los trabajadores vamos a tener peor calidad de vida».