La iglesia de San Andrés lucirá una vidriera con su imagen titular en la fachada principal del templo, que da a la plaza del Seminario, previsiblemente antes de final de año, gracias a la iniciativa del centro educativo vinculado a la Diócesis de mejorar y limpiar las ventanas renacentistas del templo.

El anterior equipo directivo del centro apostó por adecentar y reparar las vidrieras así como por situar la imagen de San Andrés en la ventana que ilumina el altar, que hasta el momento carecía de decoración. «En los años 70 situaron unos cristales transparentes sobre un armazón de madera, que estaba podrida, por lo que los vidrios podían caerse», testimonia el responsable del Seminario Menor de Zamora, Florentino Pérez.

José Luis González Román, ayudado por Rosa Fernández Inés, ha realizado el santo, que mide 170 centímetros, policromado en rojo y verde. «La imagen tiene unas dimensiones naturales, aunque la medida real de la ventana es el doble», detalla el artesano que indica que sobre la figura «se ha dejado traceria transparente para que le entre luz a la iglesia, ya que si le poníamos color o pintábamos más se oscurecería mucho el templo».

El diseño del santo se ha basado «en un pequeño San Andrés dorado que tiene el retablo de la iglesia, tal y como sugirió el anterior director del Seminario», esgrime el profesional que ha restaurado la vidriera ubicada en la capilla del Cristo de las Injurias de la Catedral.

La cristalera, que cuenta con el dictamen favorable de la Comisión de Patrimonio, se ha realizado con «vidrio soplado, vidrio catedral antik y vidrio barroco», entre otros, «está emplomada» y presenta «unas varillas de acero atravesando cada paño para darles consistencia y seguridad», describe el artesano afincado en Toro. Además, para el hueco de la ventana «se le ha hecho una estructura de cobre debido al pésimo estado de la anterior» que era de madera.

También está previsto que se proceda a la limpieza y a la restauración de las ventanas situadas a la izquierda del altar mayor, en decir, aquellas que se ven desde la calle de San Andrés. Para ellas José Luis González Román ha diseñado dos estructuras de cobre, pues «no tienen estructura alguna y están pegadas con cemento a la piedra, por lo que se desmontaran y se harán exactamente como eran en su origen». Además a estas dos vidrieras les realiza «los paños inferiores que se habían perdido en su totalidad». «Se trata de una intervención para mejorar fundamental mente la estética del templo», certifica el director del Seminario Menor San Atilano, Florentino Pérez.

Por otro lado, todavía está pendiente de concluir la reparación en el tejado del templo, ya que durante el verano únicamente se pudo proceder a retirar la maleza nacida en la cubierta y a una básica actuación sobre el techo de la capilla de San Nicolás, que aún presenta una gotera.