Un recorrido por las técnicas de interpretación de la pandereta que perduran en la región efectuaron ayer la veintena de personas que asistieron al taller de pandereta y pandero cuadrado que impartió Carlos Porro en el Museo Etnográfico.

«La pandereta ha sido el instrumento rey en la música popular hasta que llegaron las orquestas en el siglo XX», precisó Porro, quien recordó: «La mujer era la encargada de hacer el baile con la pandereta» y «cada tocar era más rico en función de la destreza y pericia de la tocadora». La principal cualidad para tocar este instrumento de percusión es «tener un sentido del ritmo extremo, porque lo que hace el dulzainero y tamborilero tiene que hacerlo una sola persona».

En la actividad, la primera de este tipo que se imparte en el Museo y en la que han participado desde estudiantes del Conservatorio, integrantes de grupos de folclore y músicos profesionales como un componente de la formación «La Musgaña», también ahondaron en el pandero cuadrado «que se conserva en la montaña de León, en Porto y Barjacoba en Zamora así como en el Peñaparda donde se acompaña con un tamboril».