El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz decretó ayer prisión provisional para el presunto etarra Garikoitz García Arrieta, entregado el pasado viernes por Portugal, donde fue detenido en enero tras huir de un control de la Guardia Civil en Zamora, cuando conducía una furgoneta con 10 kilos de explosivos.

Fuentes jurídicas informaron de que el magistrado imputa al acusado, que se ha negado a declarar, los delitos de integración en ETA, tenencia y depósito de armas, tenencia y depósito de sustancias explosivas e incendiarias, falsificación de documentos, robo de uso de vehículo de motor y conspiración para la comisión de delitos terroristas.

García Arrieta está reclamado por el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es Fernando Grande-Marlaska, por integración en banda armada, conspiración para cometer delitos terroristas y por tenencia y depósito de armas y explosivos No obstante, fue Ruz quien le tomó declaración, ya que su compañero se encuentra de vacaciones.

El presunto terrorista fue detenido el pasado 9 de enero, cuando una patrulla del puesto de la Guardia Civil de Bermillo de Sayago se percató de la presencia de una furgoneta con placas de matrícula francesas. Cuando los agentes procedían a su identificación y a la comprobación del vehículo, García Arrieta se dio a la fuga con el vehículo oficial de la patrulla en dirección a Portugal.

Horas más tarde, gracias a la colaboración policial transfronteriza, miembros de la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Torre de Moncorvo (Portugal) localizaron el vehículo utilizado en la huida y detuvieron a García Arrieta. También ese mismo día y en el país luso fue arrestada Iratxe Yáñez Ortiz De Barrón, quien viajaba con documentación falsa en otro vehículo de matrícula francesa y que presuntamente hacía la labor de «lanzadera» de la furgoneta conducida por su compañero.

En este vehículo se hallaron, además de diez kilos de pentrita, bidones sellados, diverso material utilizado para la fabricación de explosivos, dos pistolas, una gran cantidad de munición, un rifle con mira telescópica, varios conjuntos de placas de matrícula en blanco y diversa documentación.

Tras la entrega de García Arrieta, otro supuesto terrorista, Andoni Zengotitabengoa, aguarda para ser juzgado en el país luso, mientras Yáñez Ortiz de Barrón está pendiente de que la Justicia portuguesa se pronuncie sobre recursos pendientes de su defensa.