La fusión de Caja España y Caja Duero, a punto de formalizarse antes del verano, está abriendo las «quinielas» acerca del nombre del presidente de la futura primera entidad de ahorros de la región. En Salamanca se habla del ex presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, como uno de los candidatos bien situados y del zamorano Alejandro Menéndez, un catedrático de Derecho Tributario y Financiero de la Universidad de Valladolid que forma parte ya del Consejo de Administración de Caja España. En los «mentideros» de la capital leonesa, fortín de Caja España, se da casi por seguro que será el actual presidente, Santos Llamas, el que siga al frente de la nave tras la fusión y se apunta a José Rolando Álvarez -Iberaval- como «tapado» del consejero Tomás Villanueva para ponerse al frente de la entidad, en un futuro a medio plazo, es decir, tras los dos primeros años de mandato, como ha publicado por ejemplo, el «Diario de León».

La elección del futuro presidente de la entidad que surja de la fusión debe tener en cuenta dos condicionantes. El primero, que el nuevo presidente que ocupe el cargo los dos primeros años tienen que ser algún miembro de los actuales consejos de administración de Caja España o de Caja Duero. El segundo, también de importancia, es que corresponde a Caja España nombrar al presidente, una figura que se perfila como cargo no ejecutivo. Las fuentes consultadas añaden una tercera norma no escrita, y es que el candidato sea un leonés. Con estos mimbres el propio Santos Llamas, actual presidente de Caja España parece el mejor situado para encabezar la entidad surgida de la fusión. En caso de que acepte, claro, porque algunas de las fuentes consultadas apuntan la posibilidad de que no accediera a asumir el puesto por razones personales. En algunos foros se baraja también el nombre de la vicepresidenta primera de Caja España, Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, para ocupar el sillón del edificio Botines.

Menéndez tiene a su favor que es un hombre de consenso, y de hecho está en el consejo de Caja España al salir de una lista única por los impositores, y su preparación, y en su contra que sería de los considerados «vallisoletanos», mal vistos en la capital del Bernesga. Lucas no podría ser de ninguna forma presidente, al no ser consejero ni en Caja Duero ni en Caja España, pero el soriano de Burgo de Osma, vicepresidente segundo del Senado, podría entrar en alguno de estos órganos aprovechando las vacantes de los que deben cesar en junio.