Ignacio Gómez Gallego creó hace algo más de un año la comunidad de Zamora en «Facebook». Lo que comenzó como un punto de encuentro para los amigos, se ha convertido en una página con más de 3.600 personas inscritas.

-¿Cómo surgió la idea de crear en la red social «Facebook» la comunidad Zamora?

-«Facebook» es un lugar donde poder comunicarnos y compartir nuestras emociones con una sola frase con mucha gente y de una manera rápida, directa y cómoda. De esta forma todas las personas que quieres que formen parte de tu vida pueden saber lo que te sucede en cada momento, tan sólo leyendo una frase. La idea de la página de Zamora surgió casi como una anécdota durante la cena que anualmente hacemos los amigos de la Universidad, ante la necesidad de mantenernos en contacto de una manera más cómoda y fácil. Se puso en marcha hace un año. La página es visible para todo el que tenga conexión a Internet en la dirección http://www.facebook.com/pages/ZAMORA/56925629872?ref=nf

-Habla de la necesidad de comunicación rápida, pero ¿resultó fácil su construcción?

-Fue hace un año y crearla me resultó muy fácil. Únicamente hay que introducir algunos datos básicos, invitar a tus amigos y empezar a escribir lo que queremos compartir.

-¿Qué es lo primero que colgó?

-Fue una fotografía que había hecho una noche a la Catedral y otra del Puente de Piedra, visto desde el de Hierro, instantánea que desde entonces es la imagen de la página. De hecho, en una ocasión intenté cambiarla, pero los colaboradores, en «Facebook» se denominan «fans» pero más que seguidores son personas que ayudan en el mantenimiento de la página, no estaban de acuerdo con el cambio y por eso se ha mantenido como imagen de portada.

-La comunidad supera ya los 3.600 seguidores, pero ¿la ha dado a conocer de alguna manera especial?

-Todo lo ha hecho el boca a boca. Al principio éramos solamente ocho personas. Se fue uniendo gente de manera exponencial, de modo que a los seis meses rondábamos ya los 1.000 seguidores de Zamora y al año más de 3.200. Me ha sorprendido muchísimo esta evolución porque realmente surgió como una idea entre amigos.

-La gente ha colaborado y ha ido agregando desde mapas de carreteras, más fotografías de Zamora e incluso un diccionario de términos típicamente zamoranos.

-Yo soy un transmisor de la información que los fans exponen para que esa información alcance al mayor número de personas posibles. Simplemente para que una noticia que alguien publica llegue a los más de 3.600 fans de la página, la manera más directa y fácil es que la página «Zamora» lo publique en su perfil y así los seguidores lo pueden ver en tiempo real. El diccionario zamorano es idea de Mónica Román, la cual tiene un grupo propio. El diccionario ha tenido mucho éxito entre los seguidores de la Comunidad de Zamora y, sobre todo, entre la gente que vivimos fuera, pues nos acordamos de palabras que normalmente no usamos como «maja» o nos sorprendemos de que mucha gente no conozca la palabra «cuza», «cabezal» del chándal, «entoñar» o «jamón», la golosina que en otros lugares se conoce como nube.

-Como conocedor de la Comunidad Zamora, ¿cuál es el perfil de las personas registradas? ¿Abunda más los zamoranos en la diáspora o quienes viven en la provincia?

-Hay de todo, pero fundamentalmente son zamoranos que no vivimos en la provincia. El perfil mayoritario son mujeres, con edad entre 25 y 34 años, que viven en Madrid, Valladolid y Barcelona. También ha atraído a gente que adora la ciudad de Zamora de todo el mundo desde Estados Unidos, Australia, Francia hasta incluso Singapur, donde que sepamos, viven dos zamoranos.

Zamora, 1977

Tras cursar Ingeniería Técnica Agrícola en Zamora, estudió Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la Universidad de León. Al terminar sus estudios universitarios trabajó con una beca en el Consejo Regulador de la D.O. Toro, etapa de la que guarda «muy buenos recuerdos tanto a nivel profesional como personal», enfatiza. Después de ocupar distintos puestos para otras tantas empresas en diferentes lugares de España, recaló en Málaga hace tres años para trabajar como supervisor de producción en «Verdifres», empresa que fabrica ensaladas para los supermercados Mercadona. Le gusta pasear por la playa y montar en bici. Una de sus pasiones es viajar, de hecho, ya conoce medio mundo. Reconoce que de Zamora añora a los suyos, la forma de ser de la gente y los bares «de tapeo».