No es la primera vez que la fauna salvaje se mete en territorio «civilizado», aunque lo más frecuente suelen ser jabalíes, que alguna vez se han visto por los barrios de las afueras de la ciudad. Pero nadie recuerda que a un ciervo salvaje paseando por la ciudad. El animalito en cuestión, un ciervo «orquillón» joven recibió tratamiento veterinario en el Centro de Recuperación de Fauna de Villaralbo, fundamentalmente para mitigar el dolor de las magulladuras que presentaba. Su futuro dependerá de la evolución que tengan sus heridas: si dentro de una semana se recupera se soltará de nuevo hacia la libertad, y si tiene algo más serio, como la rotura de una pata que no se pueda solucionar fácilmente, seguramente acabará sacrificado, indicaron fuentes solventes, ya que no se trata de una especie en peligro de extinción.