El Partido Socialista de Zamora comunicó ayer que ha enviado una carta al Ministerio de Vivienda para informarle de los «cambios» registrados en las obras del teatro Ramos Carrión, ya que «no se adecuan al proyecto que consiguió la financiación del Gobierno de España». El PSOE se refiere, concretamente, a la «supresión» de los garajes y del mirador previstos inicialmente «para sustituirlos por una zona de salas polivalentes, cuya financiación han solicitado a Vivienda, pero aún no ha sido concedida».

De esta forma, los socialistas entienden que la Diputación realizó la cimentación de columnas para albergar el espacio de estacionamiento tal y como figuraba en el proyecto inicial para, después, «derribarlo, con el consiguiente coste para el erario público», apunta Carlos Hernández, quien responsabiliza de esta situación al propio presidente, Fernando Martínez Maíllo, «que debería pagar de su bolsillo los pilares que se han derruido».

Además, el PSOE asevera que la inversión en este apartado concreto «ha sido inútil» debido a la «improvisación» de la institución provincial. Es preciso recordar que la Diputación solicitó un modificado de la obra que afecta a la zona de garajes para sustituirla por un espacio al servicio de los grupos de teatro de la provincia y cuyo coste redujo el pasado mes de diciembre de un millón de euros a 580.000, para intentar que el Ministerio de Vivienda -que corre con el 55% de la financiación- asuma el gasto. Sin embargo, según la versión de los socialistas, la institución provincial no habría esperado a la confirmación del apoyo económico para alterar el proyecto e incluir la zona polivalente junto a la muralla.

Las críticas del PSOE no cesan ahí. Carlos Hernández apunta también hacia el Ayuntamiento, ya que sostiene que las obras de las que denuncia un cambio sin contar con el Ministerio de Vivienda «carecen de licencia municipal». En este sentido, el portavoz socialista asegura que una parte de la ampliación del teatro Ramos Carrión «invade una plaza de uso público, que consta como tal en el Plan de Urbanismo de 1986, y de la que ha suprimido el mobiliario urbano», aspecto por el que también pide responsabilidades al propio Ayuntamiento.

Por su parte, la Diputación ha salido al paso de las quejas de los socialistas, a quienes pide «seriedad y responsabilidad» por las críticas vertidas, que trasladará al Ministerio de la Vivienda en la próxima comisión de seguimiento de las obras del «Ramos». «La responsabilidad recae sobre el Ministerio de Vivienda, administración contratante de la obra, que es quien ha de ofrecer las explicaciones oportunas sobre su desarrollo», ha expresado la institución en un comunicado. Sin embargo, tampoco en este punto están de acuerdo la Administración provincial y el PSOE, ya que Carlos Hernández defiende que «en el convenio de 2004, en su cláusula quinta, aparece que la dirección de la obra y la asistencia técnica corresponde a la Diputación Provincial, y por lo tanto, Martínez Maíllo es el responsable».

En todo caso, la Diputación ha pedido al grupo de Hernández «prudencia», ya que se trata de «una obra que reportará un innegable beneficio a todos los zamoranos». Asimismo, la institución provincial ha anunciado que tratará en la comisión de seguimiento del 18 de febrero la posibilidad de ofrecer visitas guiadas para el «público y los profesionales interesados», para conocer el desarrollo «de una infraestructura cultural de innegable interés para los zamoranos».

Los socialistas han aportado dos fotografías para sostener su crítica. En la superior, aparece la cimentación que, según el PSOE, ha sido derribada. En la inferior, estado posterior de los trabajos, donde no se aprecian los pilares. Según el PSOE, la Diputación «ha cambiado el proyecto, que no se adecua a las modificaciones realizadas».