El presidente del Colegio de Veterinarios de Zamora, Victorio Lobo, se mostró ayer «totalmente partidario» de que en el envase de la leche y otros productos agroalimentarios se señale el «origen real» del producto, ya que actualmente se puede traer materia prima de un tercer país y al envasarlo o manipularlo en España puede figurar como fabricado aquí. Fue una de las ideas expuestas en el transcurso de la presentación del curso sobre «Nuevas tendencias en los sistemas de gestión de calidad y seguridad del sector alimentario» que se desarrollará desde el próximo viernes en el Colegio de Veterinarios, con 8,7 créditos lectivos acreditados.

Tanto Lobo como la coordinadora del curso, María Jesús Tirado, señalaron que las nuevas tendencias en seguridad alimentaria pasan por establecer sistemas de autocontrol y garantías desde el mismo origen de los alimentos, como pueden ser las granjas o los fabricantes de piensos. Por eso este curso tiene un enfoque «muy diferente» al de las primeras ediciones, allá por el año 1995. Y es que, desde entonces, se han sucedido crisis o amenazas alimentarias de calado, desde las «vacas locas» del año 2000, al problema de las dioxinas belgas o la gripe aviar.

Aunque todavía hay camino por recorrer, los responsables veterinarios aseguraron que se ha hecho ya un gran esfuerzo por «aprender lo que habíamos hecho mal y tomar las medidas oportunas». De hecho, en el caso de amenazas como la de la gripe aviar «hasta ahora no ha habido nada. Se esperaba, pero al final hubo el caso de un pato en Vitoria. Y si hubiera habido algo, se hubiera quedado en un problema veterinario, porque nunca habría llegado al consumo alimentario humano».

Lobo considera que el consumidor sí está dispuesto a asumir los costes que suponen unos mayores controles en granja, con normas de autocontrol y certificación iguales a las que se pusieron en marcha con los mataderos o las que hace ya muchos años funcionan para las industrias alimentarias. «Del control de ese sector primario depende nuestra salud y la de nuestros hijos», señaló Tirado, quien afirmó que Castilla y León fue una de las primeras comunidades que instauraron el control de las industrias alimentarias.