El efecto en cadena generado por la crisis económica llega a las estaciones de servicio de la provincia, que afrontan un aumento de la morosidad del 6% que pone en riesgo su liquidez e incluso su financiación para garantizar el suministro de carburante. Estos problemas derivan en gran medida del retraso en los pagos procedentes de los conductores dedicados al transporte de mercancías, que constituyen la principal cartera de clientes de las gasolineras y que a su vez sufren demoras de hasta cuatro meses en los cobros tras realizar los portes.

«Nuestros clientes mayoritarios siempre han sido los vehículos pesados de largo recorrido, que normalmente pagan a crédito al mes siguiente y ahora tienen menos trabajo, por lo que tardan más en pagarnos», asegura el presidente de la Asociación Zamorana de Estaciones de Servicio (Esza), Juan José Monje. Una problemática que incluso ha llegado a comprometer el suministro en algunas gasolineras de la provincia al no contar con la suficiente liquidez para pagar a los camiones de suministro. «La operadora sólo nos da nueve días de plazo para pagar cada camión, pero nosotros no estamos cobrando a mes vencido como antes, sino que tardamos mucho más, por lo que nos encontramos con problemas de financiación», precisa el representante de las gasolineras.

Como ejemplo, detalla que una estación de servicio puede despachar unos 100.000 litros de combustible por semana, equivalentes a tres camiones. La mitad de los clientes habituales pagan al contado, pero el otro 50% lo hace a crédito y entre estos últimos la morosidad ha aumentado un 6%, por lo que la gasolinera estaría asumiendo una deuda aproximada de 2.799 euros por 3.000 litros de gasóleo A, que ayer se situaba a un precio de 0,933 euros. A ello se añade un margen de beneficios cada vez más ajustado, «de sólo entre dos o tres pesetas por cada litro», señala Monje. Otro de los datos que pueden servir para entender el alcance de la problemática situación es que cada camionero puede pagar una media de 5.000 litros al mes para llenar el depósito.

Los transportistas zamoranos no niegan el retraso en los pagos de combustible y aseguran que responden al contexto de crisis. «Es una pelota que rebota y si nosotros estamos tardando entre 60 y 120 días en cobrar los portes no es raro que luego no podamos pagar gastos», admite el presidente de la Asociación de Empresarios del Transporte de Mercancías (Asetramdiza), Julio Martín.