La rotura de uno de los aspersores instalados en la avenida Cardenal Cisneros a la altura del parque León Felipe sorprendía a los vehículos que circulaban por esa vía durante la madrugada del domingo. Un chorro de agua de la altura aproximada de las farolas empapaba la calzada y a los turismos que circulaban por ella. Otro de los aspersores situados en esta calzada, a la altura del parque de las Viñas, también tenía un mal funcionamiento y dio más de un susto a los zamoranos que iban conduciendo. «Iba en el coche con las ventanillas bajadas y casi se me mete todo el agua», cuenta uno de los ciudadanos que se vieron sorprendidos por este curioso fenómeno.