Los estudiantes universitarios volvieron ayer a las aulas tras las vacaciones veraniegas, aunque muchos de ellos se encuentran todavía finalizando los trámites de matriculación en la carrera elegida. La Escuela Politécnica Superior, el centro universitario más grande de Zamora, celebró también ayer el acto de recepción de los alumnos de primero de las carreras técnicas que imparte. Se está notando sobre todo los efectos de la bajada de la natalidad de los años 90, principal explicación del descenso de alumnos para este curso, que se estima en unos 180, a falta de los datos de matrícula definitivos. La directora de la Escuela Politécnica, Margarita Morán considera que se trata de un descenso moderado, en la línea de lo que está ocurriendo en los últimos años, pero sin saltos bruscos. Unos 1.800 estudiantes poblarán este curso las aulas de la Politécnica, en un año que estará marcado, como el siguiente, por el proceso de adaptación al espacio europeo de educación superior, especialmente problemático en el caso de las ingenierías.

Morán, acompañada por el equipo de dirección de la Escuela dio la bienvenida a las decenas de estudiantes que prácticamente llenaban el salón de actos del Campus Viriato. Las carreras elegidas, dijo la directora a los bisoños aprendices «tienen una empleabilidad muy alta», y de hecho alrededor del 90 por ciento de los que acaban encuentran trabajo «de lo suyo». La contrapartida es que son estudios «de más dificultad, que requieren esfuerzo, porque formar un técnico cualificado no es cualquier cosa». Morán advirtió a los alumnos de los cambios que traerá consigo el nuevo diseño de las enseñanzas para adaptarse al espacio europeo, aunque prometió intentar evitar trastornos inncesarios a los estudiantes. La primera carrera que sufrirá el cambio será Arquitectura Técnica, si todo va bien para el curso 2009-2010. Se convertirá en una nueva titulación de grado que se llamará Ingeniería de la Edificación.

Los estudiantes, por su parte, llegaban expectantes hasta la cita de bienvenida, donde además de la charla, se les dan a conocer las instalaciones de cara una integración más rápida. Pocos se conocían entre sí, tan sólo algún grupito de zamoranos que habían estudiado el año anterior en el mismo instituto. Muchos otros vienen de fuera, del resto de la región, a estudiar carreras como la ya mencionada Arquitectura Técnica que sólo tiene escuelas en Burgos y Zamora, e incluso del resto del país.

Era el caso de un mallorquín Daniel Vidal: «Me quería matricular en Arquitectura, pero no me daba la nota, y esta, Arquitectura Técnica, era la segunda opción. Cuando empiece la carrera veré, es un poquito de aventura». Daniel reside en Salamanca, con su novia.

Las comunicaciones por autobús entre las dos ciudades considera que no están mal, aunque «si hubiera algún servicio directo, sin paradas intermedias, sería más rápido».

Beatriz Alija procede de León, estudió en Valladolid y ahora trabaja en Benavente, con lo que una de sus primeras tareas va a ser la de ingeniárselas para compaginar la actividad laboral con la carrera de Obras Públicas. «Me gustan mucho las carreras técnicas y he trabajado como jefa de obra de edificación. Es lo mío. Es algo personal». De lo que le espera en las aulas reconoce que «me tiene asustada tanta matemática. Yo no sé si me acordaré de hacer una derivada. Están muy bien estos conocimientos, pero en la práctica no se utiliza tan directamente, aunque sí inconscientemente».

Recién acabado su bachillerato, con la selectividad aprobada en fechas todavía más recientes, y aún sin formalizar la matrícula, aunque no tendrá problemas para entrar en Arquitectura Técnica, Rocío Julián es una salmantina que ha optado por residir en Zamora durante los estudios: «Hay buena oferta de alojamientos en Zamora, y creo que los precios están bien. Cogí la carrera porque me gustan las asignaturas que tiene, como el dibujo o las matemáticas». Magisterio celebrará hoy, a las once, el acto de recepción de alumnos de primer curso.

Crece un 11% la ocupación en las aulas de formación profesional

Además de los universitarios, regresaban también a las aulas los estudiantes de los ciclos formativos de grado medio y los alumnos de programas de cualificación profesional. Estos últimos son 401 prácticamente los mismos que el curso anterior, 405, en los conocidos como programas de garantía social y similares. Sin embargo, en formación profesional la matrícula registrada en los ciclos formativos, 894 estudiantes, es sustancialmente más alta que la del año pasado (802), lo que representa un aumento superior al once por ciento. La Dirección Provincial de Educación informó que el curso escolar ha comenzado con toda normalidad en ambos niveles de enseñanza, y que no se ha producido ninguna incidencia destacable. A estas alturas, sólo quedan por empezar los ciclos formativos superiores y las enseñanzas artísticas y de idiomas.