Dentro de la película «Celda 211», los espectadores podrán encontrarse con la figura de Malamadre, preso que lidera un motín para escapar de la cárcel. Con su carácter y el peso de la experiencia sobre sus hombros, este personaje organiza a los demás reclusos e intenta hacer justica por las malas condiciones en las que están viviendo en prisión. Malamadre constituye uno de los pilares más importantes del reparto y el actor Luis Tosar le da vida desde los primeros minutos de este filme dirigido por Daniel Monzón.

- ¿Cómo es realmente Malamadre?

- Es un hombre que lleva prácticamente toda la vida en la cárcel, probablemente entró a los 18 años por algún hurto y luego se le empezó a complicar la vida por ser un chico conflictivo y que agredía constantemente a funcionarios de prisión o a sus propios compañeros. Ha tenido varios ajustes de cuentas, protagonizó motines años atrás y va acumulando condenas dentro. Sin embargo, él intenta reivindicar las mejores condiciones de la cárcel y es el líder de todos sus compañeros.

- ¿Qué le parece el guión de la película después de haber sido adaptado de una novela?

- Puedo decir que es uno de los mejores guiones que he leído, tiene muy buenos personajes y cada uno de ellos está muy bien desarrollado. La verdad es que la labor de Monzón y de Jorge Guerricaechevarría es de destacar. Poco tendremos que retocar para que no pierda el sentido inicial que tiene.

- ¿Ha tenido la oportunidad de conocer Zamora durante estos días?

- Por ahora, muy poco. Además, tampoco la conocía y por lo que he visto no me ha decepcionado nada, pero espero poder tener tiempo de hacer alguna visita porque, por ahora, me ha dado muy buena impresión. A parte, una localización real como es la cárcel, resulta un lugar excepcional para grabar porque hace que el espectador se meta en ese sufrimiento de quienes residen allí, cosa por la que seguro han pasado las personas que estuvieran aquí encerradas en un pasado.

- Después de tantos días dentro, la cárcel llegará a serle familiar.

- No me cabe la menor duda, aquí pasaremos bastantes horas de rodaje y todo el grupo de actores tiene que estar muy unido. Además, todos ellos son unos grandes profesionales y, personalmente, me ha impresionado mucho Alberto Amman porque he hecho pruebas con él y teníamos todos muy claro que, a pesar de su primera actuación como protagonista, tiene unas tablas y una calidad muy grandes. Estoy muy a gusto trabajando con ellos, sin olvidar a todo el equipo técnico y artístico que ha convertido esta cárcel en un lugar sorprendente.

- El protagonista intenta salvarse de los peligros que hay en prisión, pero en el mundo real, ¿Puede llegar a convertirse la vida en una cárcel?

- Depende mucho de cómo se lo plantee cada uno. La cárcel física es esta, hay presos que llegan a prisión por una tontería y los condenan de por vida, otros logran sacarle partido a todo ello y lo sobrellevan. A parte de eso, la cárcel psicológica es la que las personas pueden llegar a formarse con sus ideas, con sus principios o debido a su forma de enfocar lo que se presenta cada día. Hay gente que está muy encarcelada por dentro y otros ni siquiera tienen la posibilidad de ser libres jamás, simplemente, por nacer en un determinado país. Las cárceles mentales están por todos lados.

- La mirada de Luis Tosar siempre ha despertado intriga entre los cinéfilos. ¿Cuál es el secreto?

- No tengo ni idea, ni siquiera yo lo sé, son cosas que se dicen, pero cada personaje tiene su mundo y el secreto de una mirada no es más que el que esconda el propio personaje que yo interprete.

- ¿Prefiere ser el bueno o el malo de las películas?

- Hacer de malo siempre es muy divertido. El conflicto que se tiene es más gracioso que el de los buenos en el sentido del rodaje y estudio del guión, lo que ocurre en esta película es que, al final parece ser que los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos, es decir, que los roles se cambian y lo mejor de la historia es que no sabes muy bien quién es el más retorcido, si el que está fuera o el que está dentro de la cárcel. En prisión nunca se sabe muy bien lo que ocurre hasta que los medios de comunicación tienen acceso a ellas , las cosas que se conocen en el exterior de la cárcel es debido a apuñalamientos o a cuestiones bastante graves, pero hay muchos otros problemas que están dentro y no se saben.

- Entonces, de esto trata este largometraje.

- Yo pienso que es uno de los temas más importantes de toda la trama. No por estar entre rejas un tipo es más malo que otro que se encuentra fuera. Nadie sale mejor de lo que entró en una cárcel, eso es verdad, pero es muy difícil recrear una personalidad pura y blanca encerrada entre cuatro paredes, luego fuera hay gente que no tiene paredes a su alrededor pero psicológicamente es como si fuese así y acaban desarrollando una extraña maldad.

- Después de haber encarnado a maltratadotes o mafiosos narcotraficantes, ¿No cree que es lógico que su público quiera verlo en prisión?

- Pues todo puede ser, además me apetecía encarnar un papel de este tipo. Aún así, muchos espectadores han llegado a decirme que en algunas películas han sentido verdadero miedo con mi personaje y, realmente, con eso me siento satisfecho porque es lo que se pretendía conseguir desde el primer momento. Cuando actúas en una serie de televisión en la que día a día la gente te ve desde sus casas, hay quienes pueden llegan a pensar que una persona es mala de verdad, pero en cine esto no suele ocurrir y las personas saben muy bien que se trata de un personaje y que en la siguiente película puede que encarne al hombre más bueno del mundo.

- ¿Echará de menos "Los lunes al sol" después de haber estado tanto tiempo encerrado?

- Supongo que sí, por ahora estamos en «tercer grado» porque podemos salir de vez en cuando, pero en el momento en que se empiece en serio con el rodaje y echemos horas y horas dentro de este lugar ya será otra cosa, aunque estoy seguro de que será una experiencia muy interesante.

- ¿Cómo sería el título de la película que resumiese su vida?

- Nunca me he parado a pensarlo, pero seguramente se llamaría "Aburrimiento".

- Es difícil de creer.

- Sí, no es porque mi vida lo sea, sino porque contada en una película aburriría al espectador. Mi vida no tiene nada especialmente excitante ni me pasan cosas tan maravillosas como para contarla. Es la vida de un actor y se basa en hacer películas, ensayar y estudiar. Hay mucha gente que tiene muchas otras vidas interesantes y es lo que yo pretendo retratar, la mía en concreto no tiene nada espectacular.