La solución al problema del botellón pasa, entre otras medidas, por la imposición de sanciones a sus responsables. Así lo señaló ayer la subdelegada del Gobierno, Josefa Chicote, tras la reunión mantenida con los vecinos de Olivares a raíz del botellón del fin de semana y los destrozos causados en el parque, con varias farolas rotas. Consciente de que el fenómeno del botellón ha de abordarse desde distintos puntos de vista, principalmente con medidas educativas, Chicote se mostró a favor de sancionar, una competencia que es municipal.

«No se llega a una solución porque no se actúa como hay que actuar, si hay una ley que prohíbe una cosa y se hace, y no se sanciona... A lo mejor con tres o cuatro multas se conseguiría disuadir» de organizar el botellón. «La libertad que tienen los jóvenes para reunirse termina cuando molestan a los vecinos y alguien tiene que responsabilizarse». El problema del botellón será nuevamente abordado en una Junta Local de Seguridad. Aunque más que vigilancia, entiende, se necesita mayor prevención.

Ante los vecinos de Olivares, Chicote se comprometió a intensificar la vigilancia por parte de la Policía Nacional, si bien advirtió de que los efectivos de ese cuerpo sólo pueden actuar ante un problema de seguridad, por lo que insta a los ciudadanos a llamar al 091 cuando así lo observen, una labor, la de avisar, que ya realiza la Policía Local ante ese tipo de situaciones. Chicote observó, además, que la zona donde se produjeron los altercados es de competencia municipal, al tratarse de un parque con mobiliario urbano.

«Todos los botellones acaban con desorden», se lamentó el presidente del colectivo vecinal, Aquilino Pérez, quien acusó la «permisividad del Ayuntamiento. «No se pueden crear leyes para no cumplirlas». Tras los destrozos del fin de semana en Olivares, los vecinos enviaron sendas cartas a

la Subdelegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Zamora, con la «rápida» contestación de la primera.

Para el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier González, resulta «llamativo que los vecinos de Olivares critiquen al Ayuntamiento por su actuación ante el botellón pero cuando tienen que hablar con alguien, lo hagan con la Subdelegación del Gobierno». No obstante, reconoce que esta opción «es acertada» si se tiene en cuenta que la mayor parte de las competencias de seguridad ciudadana «corresponden al Cuerpo Nacional de Policía». En cualquier caso, subraya que los agentes municipales «tienen la firme intención de actuar contra este fenómeno y poner todos los medios disponibles, tal y como hemos hecho hasta ahora». En este sentido, González Hernández garantiza a los vecinos de Olivares que emitirán las oportunas indicaciones a la Policía Municipal «para que acudan a los lugares donde se detecten concentraciones para el consumo de alcohol en la vía pública», si bien precisa que el botellón «tiene la capacidad de trasladarse de un lugar a otro sin que pueda ser controlable ni previsible». Para atajar esta situación, el concejal pide «colaboración ciudadana» para que denuncien estas concentraciones cuando se produzcan de cara a erradicar el botellón y sus consecuencias.

Sobre la decisión de la plataforma contra el botellón de abandonar el plan municipal de drogodependencia por la «permisividad» del Ayuntamiento en la madrugada del Viernes Santo, Francisco Javier González califica de «error» esta postura e invita al colectivo a «reconsiderar su actitud». Insistió en que la Policía Municipal «hace una buena labor al respecto pero también es necesaria la participación de padres y colectivos sociales».