La situación laboral y el paro son, para los jóvenes zamoranos, su mayor quebradero de cabeza. Es el problema que más preocupa a los menores de 30 años, seguido del terrorismo y la guerra y de la inmigración, por ese orden. En cuarto lugar se situaría el acceso a la vivienda, si bien los zamoranos figuran entre los castellano-leoneses que muestran una menor desazón ante esa dificultad, por detrás de los vallisoletanos. Por contra, son los que expresan una mayor preocupación por la educación y por la situación de los jóvenes en lo que se refiere a las diversiones, el futuro o las ayudas.

La inquietud por el acceso a la vivienda figurará en cuarto lugar, pero sólo uno de cada cuatro zamoranos por debajo de los 30 años se ha emancipado, y la mitad lo justifica por la necesidad de una ayuda económica, porque sus ingresos no llegan para salir del hogar familiar, en unas proporciones ligeramente superiores a la media regional, según el último informe publicado por la Junta de Castilla y León sobre "La situación económica y social de la juventud" en la Comunidad, relativo al año 2007.

Vivir bajo el mismo techo o al amparo de los progenitores no impide a los zamoranos ser los que menos consultan con sus padres los gastos propios, caso del 39%, frente a un 8% que siempre busca el consejo paterno a la hora de aflojar el bolsillo. Un 58% dispone de ingresos propios, y entre esos hay una mayoría, más de la mitad, que percibe cantidades de entre 500 y 1.000 euros. El 43% recibe una paga de sus padres.

La mitad de los jóvenes tiene un puesto de trabajo frente a un 39% de estudiantes, siempre según el mismo estudio de la Junta, realizado con una muestra de 319 individuos en la provincia. Los zamoranos son, tras sorianos y palentinos, los que mayoritariamente ocupan un puesto de trabajo. Los contratos indefinidos con que cuenta algo más de la mitad de los "currantes" duplican los pactos temporales. Casi un 4% trabaja por cuenta ajena sin contrato, y casi un 6% está ocupado por cuenta propia. Los más se emplean en los sectores del comercio y la hostelería, 29%, mientras casi un 28% trabaja en servicios y banca y un 19% en la construcción. Los jóvenes zamoranos son los menos satisfechos con el nivel de presión y estrés en el trabajo.

En cuanto al ocio, los zamoranos están entre los que consideran más insuficiente el tiempo destinado al recreo. Sea o no por esa razón, por tener poco tiempo para el descanso o la diversión, los jóvenes de la provincia se destacan por ser, tras los burgaleses, los que menos deporte practican, lo que no hace el 45% de la población de entre 14 y 29 años.

El 76% nunca ha formado parte de ninguna asociación, grupo, ONG o partido político. Un dato que no destaca si se compara con el resultante en otras provincias, todo lo contrario de si se analiza la relación con las nuevas tecnologías. Los jóvenes de la provincia son los que en mayor proporción nunca han utilizado un ordenador, 8%. También está muy por encima de la media regional el 16% de jóvenes que no saben lo que es conectarse a Internet, frente a un 43% que lo hace a diario.

Los más satisfechos con su estado de salud, son también los mayores consumidores de estupefacientes, junto con los salmantinos, con un 9% de jóvenes que manifiestan consumir alguna sustancia considerada como droga.

El 27% de los encuestados dice conocer casos de malos tratos en su entorno

Uno de cada cuatro jóvenes asegura conocer casos de malos tratos. En similar proporción están los que consideran que la violencia en los hogares se da de forma generalizada, una valoración en la que destaca Zamora con un mayor porcentaje, del 23%. En el primer caso la proporción, del 27%, está por debajo de la media regional.

Los jóvenes zamoranos son los que parecen más sensibilizados con la igualdad entre hombres y mujeres o, al menos, son los que tienen una mayor percepción de la peor situación a la que se tienen que enfrentar las féminas. El 79% entiende que ellas tienen menos oportunidades laborales. También son los que en mayor medida observan la peor situación de la mujer a la hora de percibir la retribución salarial, sin dejar de percibir que ellas lo tienen más difícil también a la hora de acceder a puestos de responsabilidad.

Preguntados sobre la influencia de la falta de centros de atención para personas dependientes en la existencia de una menor proporción de mujeres que trabajan fuera del hogar, un 77% considera que tal carencia contribuye mucho o bastante, sobresaliendo entre los que en mayor medida observan esa relación. La situación de las mujeres también se vislumbra peor en el reparto de las tareas domésticas, como apunta un 83%. Y lo mismo sucede si se mira la disponibilidad de tiempo de ocio de las mujeres.

Por último, los jóvenes de la provincia son los castellano-leoneses que más valoran sus relaciones sociales y de amistad y su salud, y los que más observan la necesidad de centros para mayores e instalaciones deportivas.