El Ayuntamiento de Zamora encargará un informe a los arquitectos que firmaron el proyecto de las obras de la segunda fase del casco antiguo para certificar que no existió irregularidad alguna y que, contrariamente a lo que afirma la coalición Izquierda Unida, nunca se excedió los metros cuadrados de calles sobre lo contemplado en el proyecto. El concejal de Urbanismo, Jesús Rodríguez, acusó al grupo municipal de «presentar, de nuevo, acusaciones falsas y aportar datos sin fundamento alguno». Recordó que la dirección de obra del casco antiguo había sido ejercida por un equipo de arquitectos, ganadores en su día del concurso de ideas para la remodelación de la zona histórica, «todos profesionales de prestigio, de trayectoria reconocida y fuera de toda duda a los que ahora se pretende desacreditar», afirmó Rodríguez.

Serán ellos los encargados de realizar el preceptivo informe «ya que el Ayuntamiento no tiene nada que ocultar», afirmó Rodríguez. El responsable del Urbanismo municipal afirma que en ese estudio se aclarará también por qué se suprimió del proyecto inicial unidades como la correspondiente al mobiliario urbano, para ser adjudicadas un año más tarde. El Ayuntamiento espera disponer del informe a lo largo de esta semana, aunque ayer todavía no se había puesto en contacto con los arquitectos.

La segunda fase de la remodelación del casco antiguo afectó a 55 calles: 36.371 metros cuadrados, según el proyecto inicial, que se elevaron a 41.328 metros en el modificado presentado con posterioridad y acabaron siendo 47.442 metros cuadrados en la liquidación final presentada finalmente.

De la relación de calles que contenía al principio se incluyeron otras nuevas como el mirador del Pizarro, o las cercanías del Museo Etnográfico y del Castillo. El portavoz de IU, Francisco Guarido, que ha solicitado un peritaje sobre la liquidación final de las obras, afirmó que, a cambio de esas nuevas inclusiones, se suprimieron unidades de obra en las calles Damas, San Martín y Sor Dositea Andrés, por la construcción del aparcamiento subterráneo de San Martín «y que se están ejecutando ahora», por lo que no habría explicación en el exceso de medición.

Las disparidades de mediciones en las calles, según IU, acabó provocando un sobrecoste de un millón de euros, un extremo que es negado por el Ayuntamiento, cuyo concejal de Urbanismo se muestra «absolutamente seguro de que lo que se ha hecho, se ha hecho bien».