Tres casos de legionela se registraron el año pasado en Zamora, todos ellos aislados o episódicos y por tanto sin relación con brotes de la enfermedad, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad a la agencia Ical. La tasa de legionelosis se situó en el último año en 1,5 casos por cien mil habitantes, ligeramente por encima de la media regional (fijada en 1,3 casos), pero muy lejos de la nacional, que permanece justo en el doble. Todos los casos fueron esporádicos, comunitarios y no asociados a brotes y además en los dos últimos años el carácter estacional de la enfermedad fue muy moderado, según revelan los datos de la Consejería. Estas fuentes indican que normalmente entre los meses de septiembre y octubre es cuando más cuadros se registran, al contrario de la opinión social generalizada que explica en el verano y el uso de aparatos de aire acondicionado la época de máxima incidencia. De hecho, los sistemas de aire acondicionado no suponen ningún riesgo para la salud: ni los domésticos ni los del automóvil, ya que ninguno de ellos utiliza agua para intercambiar el calor y por tanto no producen aerosoles. La bacteria causante de la legionelosis tampoco se transmite en el vapor, al beber agua, ingerir alimentos, de persona a persona ni de animales a personas.

La Consejería creó en marzo el registro de entidades formadoras que ofrecen cursos para el personal que realiza en mantenimiento de las instalaciones de riesgo para la dispersión de esta bacteria, con el fin de intensificar las medidas de control y de seguridad para la población. Ello vino a reforzar el censo que ya existía de estas instalaciones de alto riesgo que son, principalmente, las torres de refrigeración y condensadores evaporativos, de los que en Castilla y León existen 23 por cada cien mil habitantes y en Zamora 13. En total en toda la región hay 1.166 instalaciones consideradas de riesgo, la mayoría, casi la mitad del total, en Burgos y Valladolid. Las provincias con menos torres de refrigeración o ingenios similares son, por este orden, Salamanca, Zamora (que tiene 52) y Avila.

A lo largo de 2005 las secciones de higiene de los alimentos y sanidad ambiental realizaron 1.182 controles preventivos, un 22% más que el año anterior. La mayor parte de estas inspecciones se realizaron en establecimientos con torres y condensadores (476), seguidos de los que se llevaron a cabo en residencias de mayores (339), piscinas, saunas y lugares análogos (293), centros sanitarios (43) y balnearios (30). Estos lugares son los que suelen presentar mayores riesgos, sobre todo los hospitales y residencias de mayores, debido al grado de vulnerabilidad de las personas que en ellos se encuentran. De las 148 muestras analizadas, 34 dieron positivo y el 77% negativos.