Las manos —y la mente— siguen siendo las herramientas principales de los artesanos, escultores o diseñadores en pleno siglo XXI, pero no hay que cerrarse en absoluto a las nuevas tecnologías para poder realizar un trabajo de calidad y con alma. Es el mensaje que este lunes transmitieron a los alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora el escultor imaginero Miguel Ángel Tapia y el arquitecto y experto en diseño y fabricación digital Fabricio Santos, participantes en la primera sesión de las jornadas Únicos, que en esta edición gira en torno al sentimiento de la pasión.
Tras la primera conferencia, a cargo del escultor digital y artista tradicional Víctor Marín, Miguel Ángel Tapia relató a los alumnos del centro cómo es el proceso de creación de una obra escultórica de madera, ya sea para un paso de Semana Santa o una obra de menor tamaño. Para ambas en su taller echa mano de las nuevas tecnologías. “Estamos viviendo la mejor época de todas, porque nosotros ya conocemos y dominamos lo tradicional, pero a partir de ahora estamos descubriendo diferentes técnicas digitales que nos ayudan con la parte más desagradable del trabajo, con lo que avanzamos y conseguimos piezas de mayor calidad”, argumenta.
No sustitutiva
Una ayuda que para nada sustituye a la labor manual. “Nosotros seguimos creando y estas herramientas son simplemente un apoyo, al igual que en su día lo fue el torno eléctrico de alfarero o la máquina de coser”, pone como ejemplos. “Ambos supusieron una revolución, pero no por ello se perdió lo artesano y lo tradicional, sino que se ha seguido trabajando con calidad y avanzando en el arte y la creación”, valora.
De la misma opinión es Fabricio Santos, quien habló tras Tapia de fabricación transdigital. “Se denomina así porque se mezclan con técnicas más tradicionales”, detalla, lo que también conlleva un trabajo de colaboración interdisciplinar, con expertos en diferentes ámbitos colaborando en un mismo proyecto.
Tradicional y digital
“Tradicional y tecnológico van de mano, porque una cosa no puede sustituir a la otra, sino que ambas son complementarias”, subraya Santos. “El punto de interés está en saber qué técnica, ya sea tradicional o digital, es la que hay que aplicar en cada proceso”, añade. Y ese es el mensaje que quiso transmitir a los alumnos, contando también su propia experiencia como estudiante de Arquitectura. “Yo comencé la carrera con bolígrafo y lápiz, pero después llegaron las impresoras 3D, el corte láser o las fresadoras de control numérico. Aunque hay que seguir pensando con la mano, debes también aprender a abrazar las máquinas e integrarlas en el proceso creativo”, considera.
