El actual Museo de Semana Santa de Zamora que, en cuestión de días será derruido, es ya parte de la historia y dará paso a unas nuevas dependencias que han de convertirse en “un referente cultural y turístico” a nivel nacional. Así lo defendió este lunes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que acudió a un acto público que sirvió como despedida de las viejas instalaciones y también de presentación de lo que será el futuro espacio expositivo.

Mañueco, junto a Miguel Ángel Hernández, en el museo. | Emilio Fraile

En un museo totalmente vacío, y en presencia de las autoridades civiles, militares y religiosas de la provincia, Mañueco remarcó que el nuevo espacio puede convertirse en “un centro de oportunidades para Zamora” y justificó la inversión prevista desde la óptica de que “es necesario proteger y mejorar lo que se ha recibido”.

Conviene subrayar que el proyecto conlleva una inversión de más de 8 millones de euros, fruto de la colaboración entre la Junta, que aportará un 57% del montante total, y la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Zamora, que aportarán un 21,5% cada uno.

A la vista de esa cofinanciación, Mañueco enfatizó la “voluntad de todos” y la “apuesta y compromiso claro por Zamora” de la Junta de Castilla y León, unas palabras que complementó con el anuncio de que la administración regional también aportará para la musealización del nuevo centro, que será una sede moderna, con “avances tecnológicos que se sumarán a la concepción actual”.

La idea es que el nuevo museo para la Pasión zamorana sea una realidad a finales del año 2024, tras el plazo de ejecución marcado de 24 meses. A partir de ahí, su apertura definitiva dependería del equipamiento interior, por lo que la Semana Santa de 2025 aparece como la referencia más optimista para su futura inauguración.

Guarido destaca el valor de este recurso para el casco antiguo

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, destacó el valor que tendrá el nuevo Museo de Semana Santa en el marco del casco antiguo y defendió su importancia para el municipio desde el punto de vista económico y cultural: “Servirá para que podamos atraer a un gran número de personas interesadas en conocer nuestra ciudad”, explicó el responsable municipal, que confió también en que “no haya demoras” durante los trabajos para que, en dos años, el espacio expositivo pueda ser una realidad.

Guarido aprovechó su intervención para elogiar el trabajo de los funcionarios en el marco de este “proyecto de desarrollo para la ciudad y para la provincia”, y apuntó que queda por definir “el día después”, cuando llegue el turno de colaborar para sostener la actividad del museo de un modo que esté acorde con la inversión llevada a cabo para su construcción.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, puso de manifiesto su “satisfacción por apoyar un proyecto que va a dotar a la capital y a la provincia de un centro adecuado para mostrar toda la riqueza iconográfica de la Semana Santa”. Para el dirigente liberal, “no es suficiente con mantener las tradiciones, sino que hay que proyectarlas a través de iniciativas como este museo moderno, del siglo XXI y preparado para ver y sentir”.

En la línea de Guarido y del resto de intervinientes, Requejo también expresó su deseo de que los plazos de ejecución se cumplan para que Zamora cuente con este recurso en el menor plazo posible.

Un edificio de tres plantas y con la amplitud suficiente

El nuevo Museo de la Semana Santa de Zamora tendrá 5.370 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. En la parte baja y en la primera se dispondrá de 3.800 metros cuadrados, con salas que permitirán exponer pasos procesionales de mayor envergadura. En el sótano se ubicarán los talleres, el salón de actos y la zona de restauración e investigación. Además, el espacio expositivo incorporará nuevos avances tecnológicos para adecuarse a la concepción actual de este tipo de equipamientos. La mayor amplitud permitirá albergar un mayor número de exposiciones permanentes y temporales, así como talleres didácticos y de restauración, que se convertirán en un dinamizador cultural de la ciudad.

Con estos datos ya conocidos, y en el marco del acto celebrado con la presencia de Mañueco, la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto, explicó que ha llegado el momento de “hacer realidad un proyecto que se gestó a principios de 2017 y que, a algunos, les pareció un sueño inalcanzable que, aún así, había que intentar”. “No ha sido un camino fácil”, recordó la dirigente de la junta de cofradías, que repasó el proceso para la compra de los terrenos, los trámites administrativos, las llamadas telefónicas y las piedras en el camino que puso la pandemia. “He sido muy insistente, y hasta pesada en algunos momentos, pero aquí está el resultado”, destacó García Prieto, consciente de la importancia del primer paso.