Juan Carlos de Margarida, del Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León, señala que Fromago podría ser “un espejismo económico” frente a la situación a los meses venideros. “Las expectativas económicas del último trimestre no son nada halagüeñas”. Esto se debe a que existen varias variables que están afectando de forma económica a Castilla y León y a la provincia de Zamora.
Entre ellas destacan la invasión a Ucrania, la inflación, las sanciones impuestas por Rusia, la volatilidad de los mercados internacionales, el coste de las energías y una inflación desbocada. Todas ellas están provocando que “exista una desestabilización completa”.
Sostienen que “estamos ante una situación de emergencia económica que ya se ha trasladado a una emergencia social que afecta especialmente a los ciudadanos más vulnerables, que son cada vez más pobres”. Por tanto, ven necesario que se realice una revisión constante de las variables y de las perspectivas económicas, debido a tres variables concretas: la inflación al alza, el producto interior bruto en decrecimiento y una deuda pública en continuo ascenso”.
El principal problema de Castilla y León actualmente es la inflación. Afirman que la desaceleración económica ya es una realidad, liderando España la inflación de la eurozona, debido especialmente a la crisis económica y al aumento de los precios, lo que genera un incremento del gasto familiar.
Las familias están perdiendo poder adquisitivo, lo que provoca un descenso del gasto y este, a su vez, que se frene la economía y esto genere un deterioro en ella.
Deterioro de la economía
Se debe a varios aspectos: aumenta el coste e las industrias, hay una caída de la producción, una recuperación laboral que empieza a perder fuerza, una subida de los tipos de interés, el comercio minorista tiene tasas negativas, existe una caída de la matriculación debido a la falta de chips y a la disminución del consumo, la perdida de poder adquisitivo de las familias y una disminución del ahorro privado y del Producto Interior Bruto.
Subida del tipo de interés
El Banco Central Europeo está tomando en la actualidad medidas a lo que responden medidas como la subida de los tipos de interés. Sin embargo, se necesitará al menos una subida más del 0,75% antes de final de año y, sobre todo, otro 0,5% más en el primer trimestre de 2023. Es previsible que los intereses dejen de subir en torno a 2024.
“La subida de tipos es necesaria para luchar contra los precios desbocados, es la herramienta con la que cuenta el BCE, pero esto supone una dificultad añadida para la economía y las empresas, al encarecer su financiación y provocando que les resulten más caros sus productos. Es importante que el BCE no ceda a los intereses políticos hasta que hayan bajado suficientemente los precios”.
Previsiblemente, la economía mejorará en 2024, aunque todavía es pronto para afirmarlo puesto que los fondos europeos están “maquillando” la realidad socioeconómica existente y falta por ver el efecto en la recesión de la producción.
El combustible y el gas ruso marcarán la economía de los zamoranos
Las familias de clase media y baja que tienen ingresos muy ajustados están perdiendo poder adquisitivo por la precariedad laboral, generando una disminución de sus ahorros y teniendo que enfrentar la inflación junto con el encarecimiento de las hipotecas. De esta forma, debe tenerse en cuenta que la situación se agravará con los recortes del gas ruso. Si este fuera total, “comenzaría una recesión de tal magnitud que se transformaría en una estanflación, con consecuencias apocalípticas en el ámbito social, económico y político”. Ante esto, apuntan que la solución es una reducción del gasto público, un techo de gasto no expansivo y el ahorro energético por parte de las familias. Ecova señala que los motivos por los que ha subido el precio del combustible responden a la pérdida del valor del euro, por lo que la gasolina, que se compra en dólares, supone un coste mayor, lo que también sucede con otros productos. Esto genera que importemos cada vez una mayor inflación. Estas circunstancias marcarán un periodo durante los próximos meses de invierno en los que muchos hogares se verán abocados a la imposibilidad de poner la calefacción en sus casas. Así como a las pymes ser competitivas sin verse obligadas a restringir su producción, lo que afectará al empleo.
