La explanada tiene una vista privilegiada de la ciudad de Zamora, con la Catedral al fondo, desde el alto de San Frontis, tras Rabiche. Una panorámica limitada hasta hace unos años por un muro de hormigón que cercaba la finca La Nevera, de 14.000 metros cuadrados, hoy “serrada” en uno de los laterales de su perímetro. Y no para mejorar ese “mirador” hacia la capital precisamente, sino para acceder al interior de la parcela y convertirla en un vertedero incontrolado, denuncian los vecinos de San Frontis.
Electrodomésticos, cochecitos de niño inservibles; muebles desvencijados; escombros del derribo de viviendas; plásticos, restos de pisos deslizantes; televisiones; ropa de cama; elementos para el aislamiento de viviendas... A lo largo de la mitad de ese terreno, en diferentes montículos, se han ido acumulando esas basuras. Desechos de lo más diverso entre los que destacan los neumáticos y chapas de vehículos, incluso un parachoques con la matrícula intacta de un turismo azul, totalmente desguazado, asientos incluidos.
Unos pasos más allá, varias pilas de palés. Al pie de alguna de ellas, el serrín delata que algunos han sido cortados en este enclave alejado de la capital y del propio barrio de Rabiche, lo que permite actuar con mayor facilidad y libertad a los ciudadanos que sortean la normativa en materia de recogida de residuos no urbanos, los que solo pueden gestionarse a través del servicio municipal de Basuras.
El lugar es el idóneo, asimismo, para que quienes se dedican a sacar provecho económico de este tipo de residuos de forma ilegal puedan sortear a la Policía Municipal y a la Policía Nacional que patrullan por la zona. En esos parajes se suele quemar cable que recubre el cobre y vender el metal, muy valorado en el mercado negro.
Sea como fuese, los vecinos de San Frontis llevan varios escritos remitidos al Ayuntamiento de Zamora para que ponga freno a estas acciones sin obtener ninguna respuesta, ante lo que el grupo municipal de concejales del PSOE, capitaneado por David Gago, insta al Consistorio a poner freno a lo que “es una auténtica escombrera, hay hasta roderas de vehículos desde el camino próximo hasta el interior de la finca que delatan ese uso”.
A lo largo del camino que lleva a la zona de arriba de Rabiche, que el grupo socialista pide que se arregle ya, se va acumulando “material de baños, basuras de toda clase”, añade Gago, que pide a la Concejalía de Medio Ambiente “que se limpie de manera inmediata. Es una situación conocida por el Ayuntamiento desde hace tiempo”".
El edil socialista, consciente de que esta finca es privada, da voz a los vecinos para exigir que, si es necesario, se obligue a sus titulares a retirar los residuos y cercar la zona de nuevo.
Más vigilancia
Reclama “intensificar la vigilancia en la zona” del extrarradio de la capital, puesto que estas porquerías se acumulan también en el antiguo canal de San Frontis en desuso desde que se construyó la balsa.
La Nevera, que linda con la calle de Rabiche, El Chozo, La Nieve y el Camino de Fermoselle, pasó a manos de la orden Benedictina como permuta del antiguo convento situado en el Alto de los Curas para a asentar allí uno nuevo. Finalmente, el se levantó la abadía en la localidad toledana de Escalona.
