La Opinión de Zamora

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Zamora, lugar para la esperanza

Cruz Roja Zamora atiende a 95 refugiados, más de la mitad ucranianos, a través de diferentes programas

Voluntarios de Cruz Roja atienden a varios refugiados a su llegada a Zamora. | Cedida

Con mayoría de venezolanos, pero también sirios, afganos, chilenos o argelinos, Cruz Roja Zamora desarrolla desde hace una década el Programa de Protección Internacional, donde atiende a todas aquellas personas que solicitan asilo a la institución. Precisamente hoy, 20 de junio, se celebra el Día Mundial del Refugiado, en un año donde el conflicto en Ucrania ha sumado nuevos damnificados a esta ya desmesurada crisis humanitaria. La ONG zamorana ha abierto sus puertas también a estos ciudadanos que, de hecho, se han convertido en la nacionalidad con más integrantes, sumando 62 de las 95 personas atendidas en la actualidad.

Esta circunstancia ha provocado que en la ciudad se haya habilitado la fase de emergencia, algo que, en circunstancias normales, se realiza en otros puntos del país antes de derivarlos a acogida temporal a lugares como Zamora. “Esta fase primera ha sido apoteósica y aunque nos hemos encontrado todo tipo de dramas, los recién llegados agradecen mucho esta ayuda e incluso se sorprenden de que nos volquemos tanto con ellos”, reconoce Silvia Montalvo Robles, coordinadora de Cruz Roja Zamora.

Una voluntaria enseña varios juegos a uno de los menores extranjeros. | Cedida

Comienza entonces un proceso donde se les regula en sanidad o escolarización, cubriendo sus necesidades básicas de vivienda o abrigo. “Esta fase tiene una duración de hasta seis meses, tiempo suficiente para que evalúen su situación y decidan sobre su futuro”, resume. Si deciden continuar en el territorio, pasan a la siguiente fase “donde se trabaja con ellos manera normalizada hasta finalizar en la fase de autonomía, para que sean independientes económicamente y se integren en la sociedad”, resume.

Trabajo en equipo

Detrás de este arduo trabajo hay profesionales como trabajadores sociales, psicólogos, abogados o educadores sociales, que se coordinan además con agentes externos, como la Policía Nacional. Montalvo destaca que todo este engranaje de gestiones e iniciativas se mueve en la dirección correcta gracias a la cooperación entre instituciones. “En el caso de Zamora, estamos todos muy coordinados y siempre dispuestos a cooperar”, agradece, felicitando por esa labor conjunta tanto a la Subdelegación del Gobierno como a la delegación territorial de la Junta, al Ayuntamiento y Diputación Provincial, sin olvidar a otras organizaciones sin ánimo de lucro como Cáritas Diocesana, que también trabaja directamente con refugiados. “La coordinación y el respeto institucional es muy positivo en este aspecto”, subraya.

Una de las charlas que se imparten en Cruz Roja Zamora a los recién llegados a la ciudad. | Cedida

Otra pieza fundamental para que todo funcione está —como en tantos otros programas de la entidad— es la red de voluntario. “Se trata de gente muy formada que nos ayudan sobre todo con el idioma, tanto para las clases de castellano como para la gestión de trámites en las administraciones”, describe la coordinadora.

Entre el primer grupo está Dionisia Baz, una profesora jubilada que escuchó que Cruz Roja solicitaba profesores de español y no se lo pensó dos veces. “Los ucranianos son gente muy interesada y preparada. Además, ponen mucho interés por aprender”, asegura. El mismo que ella misma ha puesto para preparar la materia, buscando material por Internet y libros de español para emigrantes.

Por otro lado, reconoce que las clases les puedan resultar complicadas a estos alumnos, puesto que utilizan el alfabeto cirílico en su idioma materno. “A pesar de ello, en las clases hay un muy buen ambiente y están muy implicados. La idea es que tengan los conocimientos necesarios para adentrarse en el mercado laboral”, explica.

Idiomas al servicio del prójimo

Alfredo Cabrero es otro voluntario, en su caso ejerciendo como intérprete, gracias a sus amplios conocimientos de idiomas —desde inglés hasta francés, italiano, portugués o alemán— entre los que se encuentra también el ruso, lengua en la que los ucranianos se entienden sin problema. Este militar en la reserva ha ayudado en la recepción de nuevos refugiados y acompañamiento para las primeras entrevistas con los trabajadores de Cruz Roja o ahora lo hace como acompañante en diferentes organismos, así como con el tema de todo el papeleo que hay que gestionar. “Se sorprendían bastante cuando llegan aquí y alguien les habla en ruso”, recuerda. “El idioma es una de sus grandes limitaciones, así que yo estoy encantado de poder colaborar y darle una utilidad a mis conocimientos de idiomas”, señala.

Miembros de Cruz Roja Zamora atendiendo a refugiados. Cedida

Cierre de la primera fase

Cruz Roja Zamora tiene previsto finalizar en las próximas semanas esa primera fase de emergencia que han puesto en marcha durante los últimos meses. “Ahora mismo la gente está comenzando a retornar porque, aunque el conflicto sigue activo, confiesan que prefiere ser desplazado en su propio país a refugiados en otros. Tienen muchas ganas de regresar o, al menos, acercarse a la frontera, donde tienen apoyos de familiares o amigos”, explica Montalvo para finalizar.

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