Un vecino de la capital se enfrenta a 15 años de prisión por violar a su exesposa y por cuatro delitos de violencia de género contra la mujer, uno de ellos en el que la habría amenazado con matarla con un cuchillo, de acuerdo con la Fiscalía Provincial, que acusa al procesado de actuar con una "actitud libidinosa" en diversas ocasiones. Además, el Ministerio Público solicita a la Audiencia de Zamora, que juzgará el caso que prohíba al procesado la tenencia y porte de armas durante 4 años y le imponga una orden de 10 años de alejamiento de la víctima a una distancia de mil metros tras salir de la cárcel. Otra de las medidas que solicita, si se le condena, es que el hombre, en prisión provisional desde el 12 de enero de 2021, esté bajo libertad vigilada tras abandonar el presidio.

La primera de las agresiones que expone la Fiscalía habría tenido lugar en el domicilio conyugal, en la capital zamorana, cuando la mujer se niega a mantener relaciones sexuales con el imputado, quien la cogió por el cuello, la arrojó en la cama y le apretó la cara hasta que sangró por los labios, en ese momento el imputado dejó de presionar el rostro de la denunciante, que pudo incorporarse y salir de la habitación, de acuerdo con el escrito de la acusación.

Sin embargo, el varón la perseguiría hasta alcanzarla para “tirarla al suelo y propinarle varias patadas”, describe la Fiscalía, que afirma que el acusado “cogió un cuchillo que estaba cerca y le dijo a la mujer que la iba matar, y que él luego se suicidaría”.

La presunta víctima no acudió a ningún centro de salud para ser asistida de las heridas que sufrió durante esa agresión, aunque acudió al médico a los pocos días.

Violación

La actitud violenta del imputado no tardaría en volver a materializarse para tratar, una vez más, de mantener relaciones sexuales con quien aún era su pareja sentimental, quien “le había dejado palmaria y reiteradamente claro que no quería”, expone el teniente fiscal, especializado en Violencia de Género, Evaristo Antelo. Describe que la presunta víctima se encontraba en la cocina cuando la arrancó la ropa que vestía, “de forma súbita”, y la dejó desnuda, la agarró del brazo “de forma violenta y agresiva” y la condujo a la habitación, “la tiró en la cama y, pese a decirle la víctima de forma continuada que no quería mantener ningún tipo de relación sexual con él, la penetró vaginalmente y eyaculó en su interior”, explica en el escrito de acusación. Una violación que cometería a pesar de que la mujer estaba “llorando, bloqueada y casi inerte”, dice el fiscal.

El Ministerio Fiscal expone otro intento del acusado de forzar a su pareja a mantener relaciones sexuales después de que este se negara, cuando él “la cogió de los pelos, la empujó contra la pared y la tiró encima de la cama, al tiempo que la quitaba el móvil violentamente cuando ella logró alcanzarlo con intención de llamar a la Policía” Nacional.

Las otras dos agresiones se produjeron cuando el imputado la habría propinado un puñetazo en un muslo en un establecimiento público, la mujer dejó el local y el procesado la siguió, la agarró por la cabeza e intentó meterla en el turismo, lo que logró a medias, y al cerrar la puerta del turismo violentamente, para impedirle salir, le pilló los pies y causó alguna lesión, según el fiscal. El Ministerio Público pide la condena por otro delito de violencia de género por los empujones a la mujer que se golpea contra uno de los muebles de la vivienda y sufre una leve lesión en el talón del pie izquierdo.