El pasado jueves, en su segunda entrega, del que está resultando una programación de muchos quilates como corresponde a sus veinticinco años de vida, todo fue grande, sobre todo el baile, pero también el toque, el cante o la percusión, fueron grandes la iluminación, sonido, vestuario, coreografía, hasta el público, que como el jueves anterior ocupaba todos los espacios posibles del coqueto teatro con un lleno absoluto.

El espectáculo “Íntimo” levanta el telón con todos los acompañantes en el escenario, el toque de Manuel Valencia, el cante de Ezequiel Montoya e Ismael Fernández y la percusión de Paco Vega. María Vizárraga permanece sentada. Se alternan los cantaores abriendo por tonás apareciendo espectacularmente el gran Farruquito en la tercera copla, con un baile clásico pero pletórico de jondura y creatividad, enlazan por seguiriyas, Paco La Luz, Francisco La Perla para finalizar este primer cuerpo, María por Manuel Molina. Ya desde este espectacular comienzo quedo claro que venían a darlo todo.

Cambio de vestuario para el Farru, acompañantes en escena y cante de María por tangos.

El grupo interpreta compás de cantiñas Ezequiel e Ismael inician en corro, sale Farru, se templa y ejecuta su segunda gran intervención de danza magistral. El teatro boca abajo y aplausos atronadores.

En la coreografía de esta tercera parte el genio de la danza jonda utiliza una silla para interaccionar con el cante de María. De nuevo espectacular y lleno de arte. Volvió a demostrar que es uno de los bailaores mas consistentes, no sólo de la actualidad, también de la larga trayectoria del flamenco.

Manuel Valencia a la guitarra y los dos cantaores a las palmas y jaleos en un solo por bulerías, facilitan nuevo cambio de vestuario.

Son las soleares las que ilustran esta cuarta entrega con ecos de Cádiz, Alcalá, Triana y Utrera, para poner gran parte de la guinda a este descomunal pastel. Así es, parte, porque todavía quedaba una perla más.

Después de una prolongadísima ovación con el público de pie, se retiran para volver nuevamente a escena con micrófono en mano recuerda que esta actuación es parte de una gira, agradece al respetable su entrega además de recordar el tiempo que hacía que no actuaba en Zamora -lo hizo una única vez y fue en el 2003- esperando que la siguiente actuación no se demorara tanto, anunció fin de fiesta, pidiéndole la bajañí a Manuel y tocando él con excelentes maneras. Y ahí concluye una de las veladas más grandiosas de las que haya vivido nuestra ciudad.

Próximo jueves cierre de Ciclo con Ángeles Toledano y el Turry, dos debutantes en esta plaza, que mostrarán sus seguras credenciales.