Silencios y aplausos en el acto institucional que ayer se celebró en la plaza de Viriato de Zamora para unirse al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer y que reunió a representantes del Ayuntamiento, Diputación, Subdelegación, partidos políticos, representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y ciudadanos particulares. Con todo el respeto y emociones contenidas todos ellos escucharon las palabras de Inmaculada Andrés, la madre de Leticia Rosino, la joven zamorana asesinada en Castrogonzalo.

Comenzó reconociendo que sentía “rabia e impotencia” cada vez que tenía que hablar sobre la violencia de género, una realidad “a la que parece que nos hemos acostumbrado, porque seguimos viendo nuevos casos y no hacemos nada, tan solo comentarlo a nivel personal”, lamentó, considerando que las leyes “muchas veces existen a favor de los asesinos, ya que el precio que tienen que pagar es ridículo”, consideró.

Bajo su parecer, estimó que “un asesino nunca debería salir a la calle en libertad”, optando para estos criminales por la prisión permanente revisable. También indicó que la suma de violaciones y asesinatos sigue creciendo, “los meses pasan y no hacemos nada”, subrayó. Por ello, lanzó una pregunta a los políticos y legisladores. “¿Merecen una segunda oportunidad los asesinos? Porque las víctimas no la tienen”, comparó.

Otro de los problemas actuales de la violencia de género que la ponente sacó a la palestra fue que la edad de los agresores “es cada vez más baja y los castigos para estos jóvenes son ridículos”, por lo que apuntó a la necesidad de revisar la actual Ley del Menor. “No queremos más dolor”, señaló.

Acto contra la violencia de género en la plaza Viriato de Zamora. Ana Burrieza

La madre de Leticia Rosino también fue la encargada de leer el manifiesto que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) había confeccionado para este día, haciendo visible el compromiso de este organismo con la igualdad y contra la violencia de género, mostrando así también su preocupación “por el aumento de los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas y exparejas y ante la escalada de violencia vicaria”.

“A pesar de todos los esfuerzos, la histórica desigualdad entre mujeres y hombres continúa afectando no solo a su integridad física, sino al reconocimiento de su dignidad y es por ello que, gracias a la conciencia social y al rechazo de la ciudadanía, España ha sido el primer país en acordar, en 2017, un Pacto de Estado contra la violencia de género”, destacó.

Como acción de las entidades políticas, se apuntó que siempre han estado al lado de las víctimas “impulsando el debate político para que lo público deje de ser privado, apoyando la legítima reivindicación del derecho de las mujeres a no sufrir ningún tipo de violencia y abordando, desde un enfoque multidisciplinar, la planificación de las políticas locales, el acompañamiento integral a las víctimas y el desarrollo de medidas de sensibilización y prevención dirigidas al conjunto de la ciudadanía”, se enumeró.

Por todo ello, se reconoció la gravedad de esta lacra social, que se calificó “como un problema político de primer orden, de salud pública y como un grave atentado a los derechos humanos fundamentales”, por lo que hay que luchar juntos por su erradicación.

Tras los últimos aplausos, el acto finalizó con un pequeño concierto por las víctimas y, tal y como apuntó el presentador del acto, “recordar nuestro compromiso para lograr que la violencia de género llegue a ser una cosa del pasado”.