La necesidad de mantener la distancia de seguridad de un metro y medio hace que en muchos casos la eliminación de las restricciones del aforo en los establecimientos queden en agua de borrajas, ya que obligatoriamente hay que cuadrar el espacio disponible con la adecuada separación entre las personas o los grupos familiares.
Es por ello que la mayoría de los bares, tiendas y establecimientos de todo tipo apenas han notado que la provincia ha dejado ya el nivel 1 para pasar a la situación de “riesgo controlado”, una suerte de nueva normalidad que durará hasta que se de por vencido al virus, algo para lo que aún falta tiempo.
El presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería, Óscar Somoza, explica que en muchos casos es complicada la aplicación rigurosa de esta norma, aunque muchos han optado por mantener la señalización de las zonas que puede ocuparse para evitar tener que hacer de “policías” con los clientes que se agrupan demasiado. “En principio, todo lo que no está prohibido está permitido. Pero lo mejor es que las normas fueran claras”, explica, Somoza, para quien la ausencia de aforos podría beneficiar a algún establecimiento, pero la mayoría quedarán más o menos como están.
Azeco considera que la eliminación de aforos puede proporcionar una mayor flexibilidad a algunos establecimientos para poder admitir más clientes. El gerente del Centro Comercial Valderaduey, Miguel Escudero, indicó que en su caso las cosas van a seguir más o menos igual, con las medidas higiénicas, dado que aún con restricciones, el aforo no era ningún problema, debido a la gran capacidad del inmueble. Eso sí, hay que seguir llevando mascarilla aunque sea en el pasillo central.
Entre los más beneficiados, algunos negocios como los gimnasios, que podrán funcionar sin limitación de aforos, dado que la distancia se mantiene sin problema. Y entre los que piden más, las salas de conciertos, que han iniciado una campaña “Si no es ahora, ¿entonces cuándo?” en referencia a que si en momentos como este de baja incidencia se mantienen las limitaciones, en qué momento van a poderse programar conciertos con un mínimo de presencia de espectadores para hacerlos rentables.
Los cines, por su parte, seguirán como hasta ahora, cuando tenían el 75% de aforo limitado. Alfredo Reguilón, de Multicines Zamora señala cómo en Madrid se permite al 100% pero a cambio de no vender palomitas y otros productos que son muy del gusto del público sobre todo familiar que se acerca a unas salas que poquito a poco van recuperando espectadores, aunque no lleguen aún a los niveles prepandemia. También la Iglesia mantiene la tónica de prudencia tanto en los espacios cerrados de los templos como en las posibles aglomeraciones, evitando procesiones o romerías multitudinarias. De momento el Obispado no ha arbitrado cambios en ese sentido. Hay que tener en cuenta que por ejemplo los templos ya carecían de límites de aforo, pero debían mantener la distancia, lo que en la práctica repercute en la capacidad para albergar fieles.
Prohibido fumar
Además la normativa de la Junta establece que los establecimientos, medios de transporte o cualquier otro lugar, centro o entidad pública o privada en los que las autoridades sanitarias identifiquen la necesidad de realizar trazabilidad de contactos, tendrán la obligación de facilitar la identificación y datos de contacto de las personas potencialmente afectadas.
Tampoco “se podrá fumar cualquier tipo de tabaco y productos relacionados, existentes actualmente en el mercado, en la vía pública o en espacios al aire libre.
Los recintos sanitarios, residencias de mayores y centros docentes se regirán asimismo por sus actuales normativas, más restrictivas.
Ante la complejidad de las normas y los constantes cambios, lo mejor es tener claros algunos conceptos: se puede hacer prácticamente de todo pero evitando aglomeraciones, manteniendo la distancia de metro y medio y usando la mascarilla. Y mucha higiene.
