Los requisitos para ser un Pueblo Madrina “no son muchos”, señalan desde la fundación, aunque subrayan la necesidad de que el ayuntamiento ceda una casa vacía en condiciones de habitabilidad “para poder realojar a las familias de manera temporal” hasta que consigan ser “autónomas”, señala de la Hoz. Además, al haber menores implicados en el proyecto, el acceso a escuelas cercanas y servicios mínimos también es un factor importante.

Desde la fundación buscan posibilidades de empleo para los padres “la idea es que se integren en un plazo de hasta seis meses”, tiempo más que suficiente para la mayoría. “Ayudamos a buscar empleo en la zona, no parece sencillo, pero tampoco es tan complicado”, para lo que la colaboración de las empresas de la zona es también parte fundamental . Los trabajos más habituales para los padres –que no suelen contar con mucha cualificación– son en gasolineras, tiendas de ultramarinos, mantenimiento o cuidados a personas mayores. “El programa tiene que ser sostenible”, en lo que la independencia económica de la familia es la base fundamental para fijar población en el territorio y asegurar la plena integración con la comunidad local.

Para la fundación, los pueblos de menos de 500 habitantes suelen ser los más habituales, pues creen que es “más fácil que las familias se adapten en ellos”, según el Giménez, que pone en valor la propia colaboración de los vecinos a la hora de ayudar a los nuevos residentes a adaptarse a la vida rural.