El presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, entiende que el proyecto Arraigo puede convertirse en una vía útil para repoblar el oeste de la provincia. Así lo señaló el dirigente de Ciudadanos tras mantener una reunión con el responsable de la iniciativa, Enrique Martínez, y con el director general de Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Antonio Calonge.

El representante del proyecto y el político autonómico se desplazaron la semana pasada a Zamora para contarle a Requejo los detalles de una idea que, en síntesis, busca conectar a los “urbanitas” que quieren encontrar un acomodo en el medio rural con los agentes que les pueden proporcionar esas oportunidades. Ahí entran instituciones públicas, empresas, propietarios de viviendas o asociaciones.

El proyecto ya funciona en otras provincias, y Requejo está dispuesto a darle un empujón a esta iniciativa también en Zamora. En principio, la idea del dirigente provincial es que comarcas como Sayago, Aliste o la Alta Sanabria son las que más encajan en el concepto de Arraigo, aunque subrayó que primero se llevará a cabo un estudio de las zonas para saber qué cuestiones “pueden ser interesantes”.

El presidente provincial apuntó que el proyecto Arraigo cuenta ya con una base de 4.500 familias dispuestas a repoblar los municipios que mejor encajen con sus circunstancias y aludió a la necesidad de que la simbiosis sea adecuada para que los nuevos habitantes “aporten valor al territorio”.

El plan inicial es que, si el proyecto avanza en Zamora, la Diputación pueda ejercer como uno de los intermediarios con ayuntamientos y empresas para facilitar “ese cambio de vida en el medio rural” y ayudar de paso a unas comarcas que sufren de manera intensa el drama de la despoblación.

Negocios, asociaciones y ayuntamientos participan en la iniciativa

El proyecto Arraigo se apoya en agentes que se encuentran en las provincias y en las comarcas donde opera para crear un caldo de cultivo óptimo que convierta la repoblación en un proceso natural para todas las partes implicadas. Entre esas personas y colectivos que participan, destacan los propios ayuntamientos receptores, que deben ser “aliados esenciales”.

Aquí también aparece la figura del técnico Arraigo, “una persona que conoce en profundidad el municipio y su entorno, lo que facilita su función clave como enlace y fuente de información sobre el empleo, la empresa local y la identificación de vivienda disponible”. Precisamente, los hogares, las empresas y los propios interesados componen otra de las patas sobre las que se asienta este proyecto que pretende llenar de nuevo la España Vaciada.

También se sitúan ahí los vecinos, que “requieren información y comprensión del proyecto”. De hecho, “su implicación y su amabilidad es clave en la acogida de los nuevos pobladores”, según aseguran los responsables de Arraigo. En la misma línea, se busca un encaje de los pobladores en el conjunto de la comarca para que la repoblación funcione y no implique ni conflictos ni decepciones mutuas.

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