Son Juan Pino Matellán, Óscar de la Fuente Jambrina, Rubén Martín Andrés y Antonino de la Fuente Jambrina o, lo que es lo mismo, Leño Verde, aquella formación que hace diez años sorprendían al público zamorano con música andina y celta y que, una década después, regresan a los escenarios añadiendo a su repertorio ritmos más cercanos, reivindicando así la música tradicional de Castilla y León y de la provincia de Zamora.

El escenario del salón de actos del Museo Etnográfico de Castilla y León y un privilegiado público fueron ayer testigos del regreso de Leño Verde, que crece no solo como grupo musical, sino también como proyecto educativo y cultural con el objetivo de poner en valor las músicas tradicionales del mundo. Llamativos instrumentos como la quena, el sicu, el charango o el bombo leguero se unieron a las guitarras, las flautas, el bajo o la percusión acompañaron en un repertorio que comenzó con música andina, para continuar con música irlandesa, celta y gallega. También hubo tiempo para una selección de bandas sonoras, con música de películas como “Conan el bárbaro”, “O Brother” y “La pantera rosa”. En esta ocasión, también incluyeron, como novedad, alguna composición propia, para finalizar la actuación con melodías tradicionales de Castilla y León como “La cigüeña”, “Arbolito florido” y “El mandil de Carolina”.

Fue hora y media de concierto en el que demostraron que durante esta década de ausencia no han estado alejados de la música y que regresan con más fuerza si cabe, con un proyecto mucho más ambicioso que pretende llegar a todos los públicos y volver a tocar en lugares emblemáticos de la ciudad para seguir apostando por la tradición.