La Escuela Politécnica Superior de Zamora ofrece una enseñanza personalizada, cercana y de calidad. Lo hace en los siete títulos de grado y en los dos dobles títulos que imparte en el Campus Viriato de la Universidad de Salamanca en Zamora. “Se trata de formar a ingenieros, arquitectos y otros profesionales, que adquieren competencias que demanda la sociedad y que son muy solicitadas por las empresas y otras entidades tanto públicas como privadas”, explica su director, Jose Luis Pérez.

El director de la Escuela, José Luis Pérez. | L. O. Z.

No en vano, la tasa de empleabilidad es superior al 90% en todos los grados de la Escuela. Ese éxito se base en una formación que logra impartir docencia en grupos reducidos, “lo cual significa mayor interrelación entre profesores y estudiantes, una enseñanza prácticamente personalizada y, también, un mejor acceso a las instalaciones de la Escuela como, por ejemplo, a sus laboratorios, cuyos equipamientos son completos y modernos”, según Pérez.

Una joven, con unas gafas de realidad virtual. | L. O. Z.

Más allá de eso, la filosofía de la Politécnica se basa en formar al estudiante bajo las directrices de Bolonia. Es decir, a través de la enseñanza de competencias específicas de cada título y de aptitudes transversales como la toma de decisiones, el compromiso, el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad y la capacidad de comunicación. Aspectos, en definitiva, que tienen que ver con formar buenos profesionales orientados a resolver los problemas a los que tengan que hacer frente en el ejercicio de su trabajo, y en el contexto de una sociedad moderna y cambiante.

Estas virtudes convierten a la Escuela Politécnica Superior de Zamora en un centro muy interesante para los alumnos, que además encuentran aquí dos grados que no existen en otras universidades de Castilla y León. Es el caso de la titulación en Ingeniería de Materiales y el de Desarrollo de Aplicaciones 3D interactivas y videojuegos, que se incorpora de cara al próximo curso.

Precisamente, la incorporación de este título supondrá “la culminación de un esfuerzo, en aras de seguir ampliando los grados que se imparten en nuestro campus zamorano,”, como reconoce José Luis Pérez, que destaca la “fuerte demanda” que genera este novedoso ámbito de estudio. En él también se mantendrá la “filosofía de calidad, con grupos de trabajo reducidos y atención personalizada”.

Este grado es quizá el más llamativo, pero el resto de los estudios que se imparten en la Escuela Politécnica Superior de Zamora también aportan una formación de máximo nivel. Así ocurre, sin ir más lejos, con el doble grado de Ingeniería Mecánica e Ingeniería de Materiales, que combina las competencias y atribuciones propias del ingeniero técnico industrial con una especialización amplia en el estudio que se ve en el grado de materiales. “Es un doble título que sólo se oferta en nuestro centro en toda Castilla y León y que tiene un gran futuro, pues aúna la ingeniería mecánica demandada por la industria española con la demanda europea de la formación en materiales”, remarca Pérez, que subraya que este doble grado se puede realizar en cinco años y medio.

Por otro lado, y en el contexto de una provincia como Zamora, también destaca el Grado en Ingeniería Agroalimentaria, una titulación que cuenta con “muy buenos laboratorios, y excelentes profesores e investigadores que trabajan en proyectos europeos” dentro del Campus Viriato: “Hay que indicar que en nuestra provincia hay un gran número de empresas del sector agroalimentario, muchas de ellas pymes, que requieren de estos profesionales con formación de graduado en Ingeniería Agroalimentaria, titulación que habilita para ejercer la profesión regulada de ingeniero Técnico Agrícola. En el caso de nuestros egresados, también tienen la ventaja de poseer una formación ambivalente por la peculiaridad del plan de estudios impartido, ya que a la finalización de su carrera son profesionales con conocimientos tanto en el campo de los alimentos como en el ámbito del mantenimiento de equipos e instalaciones necesarios para conseguir con éxito la transformación de materias primas en productos alimentarios”, aclara el director de la Escuela.

En cuanto al futuro, José Luis Pérez lo tiene claro: “Debemos reforzar nuestra relación con el entorno empresarial que nos rodea, desarrollando proyectos colaborativos que afiancen nuestra sociedad cercana. En lo referente al alumnado hay que incidir en mejoras de su formación, con la aplicación de nuevas tecnologías aplicadas a la docencia, para así mantener y, si cabe, incrementar, el ratio de egresados que encuentran trabajo “.