La ciudad de Zamora homenajea desde hoy a los hijos de la provincia deportados a campos de concentración nazis con un memorial instalado en la plaza de Alemania. Se trata de 23 adoquines que llevan impresos en latón los nombres de cada una de las víctimas y que siguen la idea del artista alemán Gunter Demnig, quien ideó esta fórmula de la “Stolpersteine”, que significa “piedra que hace tropezar”.
La inauguración de este memorial ha contado con la participación de Francisco Guarido, quien ha expresado que se trata de un acto “eminentemente político en honor a la democracia y a la reparación moral de estas personas”. Un recuerdo que ha sido posible instalar tras el acuerdo por unanimidad de toda la Corporación Municipal en sesión plenaria.
El principal promotor de esta iniciativa ha sido el concejal alemán del Ayuntamiento de Zamora, Christoph Strieder, quien ha incidido en la necesidad de recordar para poder pasar página. “La memoria solo puede tener fuerza y validez si se trata de un esfuerzo colectivo; solo se pueden conmemorar los crímenes contra la humanidad si cada uno, en su condición ideológica, trabaja para conocer su historia”, ha señalado.
