Los incumplimientos del toque de queda se multiplicaron en la provincia de Zamora este pasado fin de semana, favorecidos por el puente del Día de la Comunidad. Entre el jueves y el domingo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado efectuaron más de medio centenar de propuestas de sanción por permanecer en la calle más allá de las diez de la noche, horario marcado para estar en casa salvo en los casos de excepciones contempladas. Respecto al resto de limitaciones, cabe destacar un cada vez menor impacto de las infracciones por saltarse las restricciones perimetrales, que ya son residuales en la provincia. A este respecto, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha señalado que se han producido más de 5.300 controles en la última semana sin apenas incidencias.
En líneas generales, tal y como ha señalado Blanco, el comportamiento de los zamoranos continúa siendo “ejemplar” respecto a las restricciones impuestas por las diferentes instituciones. No obstante, cada vez más se nota un relajamiento en lo que respecta al toque de queda, especialmente en sus momentos iniciales. Así, ya no es excepcional encontrar personas en la vía pública más allá de las diez de la noche, lo que está costando más de un disgusto –y una multa– a los que son pillados. Entre el jueves y el domingo, por ejemplo, fueron más de cincuenta sanciones en el conjunto de la provincia de Zamora.
En el apartado de los cierres perimetrales, Ángel Blanco ha apuntado que su cumplimiento es “extraordinario” por parte de los zamoranos y que las sanciones, cuando se producen, son por otras cuestiones de carácter administrativo. “Durante la última semana, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han realizado 5.300 controles entre personas y vehículos, con muy poca incidencia en cuanto a los incumplimientos”, ha expresado. “Lo que sí se han producido son denuncias de tipo administrativo por conducir sin el seguro obligatorio o con el carnet de conducir caducado”, ha añadido. Unos controles que se han extendido hasta la frontera con Portugal, que permanece cerrada.
