La idea de conseguir una ciudad sostenible desde el punto de vista de la movilidad es uno de los objetivos que se ha marcado el actual equipo de Gobierno desde su entrada en la Alcaldía. Una política de futuro que requiere de intervenciones continuas para conseguir la deseada convivencia entre vehículos a motor y transportes alternativos, pero ofreciendo un mayor protagonismo a aquellos medios completamente limpios. Zamora necesita ganar espacio al tráfico rodado y eso ya se está llevando a cabo en actuaciones como la recientemente concluida en Condes de Alba y Aliste, donde se ha eliminado una línea de aparcamientos, o en el entorno de Puerta Nueva. No obstante, la ambición va mucho más allá y por eso el Ayuntamiento está estudiando la manera de convertir el centro de la ciudad, en la parte intramuros, en plataforma. Esto es, igualar aceras y calzada para que tanto el peatón como la bicicleta sean prioritarios, dejando menos margen al transporte motorizado.

El concejal del área de Movilidad, Romualdo Fernández, ha explicado cuál es la idea que el Ayuntamiento de Zamora tiene en su cabeza y por qué no es ahora el momento de plantear reformas estructurales en diferentes puntos de la capital, como pueden ser las Tres Cruces. “Estamos en un momento crucial para cambiar el paradigma de la movilidad, porque va a ser el propio Gobierno el que nos va a exigir contar con un área de bajas emisiones”, ha señalado. En efecto, el Ministerio de Transición Ecológica ha dado a las ciudades de más de 50.000 habitantes un plazo hasta el año 2023 para adaptar espacios donde se restrinja el tráfico y se reduzcan así las emisiones de gases a la atmósfera. Una suerte de Madrid Central aplicado a Zamora.

En el caso de la capital del Duero, esta primera área se va a localizar en la zona intramuros. Parece lógico, dado que buena parte del camino ya está andado y es ahí donde existen múltiples calles peatonalizadas o semipeatonalizadas. “Entendemos que toda actuación que llevemos a cabo tiene que ser de acuerdo a un plan, y nuestro plan es comenzar en el Casco Antiguo para poder expandirnos en el futuro hacia afuera”, ha explicado el concejal de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Zamora. Tanto es así que, en el seno de la Concejalía de Obras, se ha paralizado un proyecto de 600.000 euros para la renovación de las calles del entorno de Cortinas de San Miguel por no ajustarse a este concepto. En su defecto, lo que se está haciendo es valorar la posibilidad de comenzar en esta zona con el establecimiento de las plataformas.

Avenida de Requejo en la capital zamorana. | Emilio Fraile

Esta modalidad consiste, según ha apuntado Romualdo Fernández, en igualar la rasante de aceras y calzada para que todo el mundo comparta el mismo vial. Eso obliga al vehículo motorizado a reducir su velocidad y el objetivo es, con el tiempo, que también se reduzca su presencia en estas calles. A ello contribuirá, sin duda, la entrada en vigor en los próximos meses de la obligada reducción de la velocidad en las calles de un solo carril por cada sentido de la marcha, que pasará de 50 kilómetros por hora a tan solo 30. No obstante, el Ayuntamiento de Zamora también estudia ampliar esta medida a otros viales que tengan más de un carril por cada sentido, como puede ser la propia avenida de las Tres Cruces, que entrará en la lista de la nueva limitación.

El futuro, por lo tanto, pasa por tratar de reducir el uso del vehículo motorizado dentro de la ciudad a lo mínimo imprescindible y apostar por el transporte a pie o en bicicleta. Por ese camino transitarán las políticas municipales.

El primer ciclocarril no deportivo de la capital discurrirá desde Vista Alegre hasta La Farola

“A todos los efectos, la bicicleta es un vehículo y tiene que circular por la calzada, no por las aceras; por eso, la ciudad de Zamora tiene que avanzar y habilitar ciclocarriles de uso no deportivo”. El concejal delegado del área de Movilidad, Romualdo Fernández, tiene clara cuál es la situación que debe afrontar la capital de cara al futuro. Es cierto que existen una serie de kilómetros de carril bici que discurren por las riberas del Duero y el bosque de Valorio, pero, en realidad, son caminos que no llevan a ninguna parte. “Necesitamos ciclocarriles que comuniquen, que tengan un sentido y que se vea claramente que parten desde un sitio para llegar a otro”, ha indicado el edil de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente. El Ayuntamiento de Zamora quiere favorecer el uso de la bicicleta en toda la ciudad, pero para ello hace falta pedagogía, herramientas y urbanismo. “Durante los últimos tiempos hemos avanzado en el plan de movilidad de la ciudad, hemos estudiado los distintos modos que utilizan los zamoranos para desplazarse y es verdad que todos son necesarios, pero se puede promover el uso de la bicicleta si ofrecemos las herramientas”, ha señalado. “Es importante introducir la bicicleta como medio de transporte y no como elemento deportivo, pero a día de hoy no tenemos una red de ciclocarriles que sirva para desplazarse”, ha manifestado el concejal.

Por todo ello, el siguiente paso dentro del apartado de movilidad es el de habilitar una telaraña de ciclocarriles para poder avanzar en este medio de transporte. “Lo haremos con señalización y pintura en la calzada, porque tenemos que conseguir que los coches respeten a las bicicletas”, ha indicado. “Se trata de visualizar que la bicicleta es un vehículo y que merece el mismo trato y el mismo respeto que cualquier otro”, ha añadido el edil. El área de Romualdo Fernández ha estado en conversaciones con el Ministerio de Fomento para poder habilitar el primer ciclocarril no deportivo de la capital, que discurrirá desde la rotonda de Vista Alegre hasta La Farola. “Tenemos la autorización y ese primer diseño tiene que servir para explicar cuál es nuestra filosofía”, ha apuntado.

Fernández: “No es el momento de cambiar el modelo de las Tres Cruces”

El concejal de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha respondido a las peticiones por parte del Partido Socialista y la Asociación de Vecinos de Tres Cruces para reorganizar la estructura de esta arteria principal de la capital. Entre las demandas planteadas se encuentra, por ejemplo, la eliminación de dos carriles, la ampliación de las aceras y la habilitación de un carril bici que permita una circulación más sostenible. El edil, sin embargo, ha señalado que “ahora no es el momento” de ejecutar esta actuación. “Aunque me parece interesante, la realidad es que abordar este proyecto sería crear una imagen engañosa de lo que debe ser nuestra idea de movilidad y, probablemente, condenarlo al fracaso”, ha señalado.

Fernández ha sustentado este análisis en los planes de futuro que el Consistorio tiene en esta materia en particular. “Nosotros tenemos unos criterios y un plan de movilidad que debe empezar por el Casco Antiguo para después trasladarlo extramuros”, ha indicado. “Es lógico y necesario plantear cuestiones encaminadas a reducir contaminación y ruido en la lucha contra el cambio climático, pero lo que hagamos tiene que ser a través de un plan razonable y dando pasos firmes”, ha añadido. A este respecto, el concejal ha asegurado valorar estas iniciativas y ha apuntado que “el debate siempre es bienvenido”, pero la intervención de Tres Cruces consistirá, por ahora, en la sustitución del alumbrado y la nueva pavimentación en la acera.