La pandemia ha acabado con las mejoras que el mercado laboral de Zamora experimentaba en los últimos años. Poco a poco, con esfuerzo, la provincia sumaba ya cuatro años consecutivos con reducciones interanuales del paro en el mes de febrero. Pero el COVID lo ha cambiado todo. En los últimos doce meses las listas de parados del ECYL se han incrementado en 2.065 personas, una cifra casi idéntica a la de personas afectadas por Expedientes de Regulación de Empleo —789 expedientes afectan en Zamora, a día de hoy, a 2.092 trabajadores—. Así las cosas, teniendo en cuenta que el ECYL contabiliza a 13.614 demandantes de empleo y que hay 2.092 personas en ERTE, la consecuencia está clara. 15.706 zamoranos quieren trabajar y actualmente no pueden hacerlo. Son datos equiparables a los que se registraron en el mes de febrero de 2016.

La provincia registra estos datos tras un mes de febrero que no ha sido especialmente malo. No se ha creado empleo, pero esto es algo que rara vez sucede en invierno y que sí pasa en primavera, cuando las contrataciones de hostelería aumentan y cuando Zamora coge aire por la celebración de una Semana Santa que este año tampoco llegará. Los datos globales del segundo mes del año esconden, sin embargo, una realidad que varía dependiendo del sector. Los negocios del sector servicios suman este mes 161 parados mientras que todos los demás sectores mejoran. Agricultura, industria y construcción tienen ahora menos paro que hace un año.

Con estos datos CEOE exige con urgencia “planes sectoriales, adicionales a los ERTE, que inyecten liquidez y ayuden a garantizar la solvencia de las empresas, para poder garantizar la actividad empresarial y el empleo”, en especial en sectores clave, “gravemente afectados por las restricciones de actividad y limitaciones de movilidad, como la hostelería, agencias de viajes, comercio, transportes, gimnasios y centros deportivos, entre otros”.

Gráfico que muestra la evolución del paro en Zamora y en Castilla y León. Ical

Para la patronal, “cada mes transcurrido, desde hace ya prácticamente un año, supone bajar otro peldaño en el deterioro de la economía, perpetuándose la destrucción de nuestro mercado laboral”, indicen, para explicar que el problema para enfrentarse a la pandemia por COVID-19 “es grave y complejo, pero también resulta evidente que el único camino que conduce a superarlo es apoyar a las empresas de la comunidad”.

Igualmente, las empresas de la región necesitan una “desescalada lógica y responsable, de modo que se puede garantizar su mantenimiento y continuidad, y no las empuje hacia una agonía que dura ya muchos meses”.

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Por todo ello, CEOE Castilla y León continúa ofreciendo su apoyo y colaboración al Gobierno autonómico para que aquellos planes sectoriales se pongan en marcha cuanto antes “devolviendo, en la medida de lo posible, la necesaria estabilidad al tejido empresarial dentro de un marco de desescalada que, como viene reclamando, no solamente garantice la superación de la situación sanitaria, sino que, de igual forma, garantice la supervivencia y continuidad de la economía”.

Por su parte, el sindicato CC OO pide un apoyo decidido para el tejido productivo, las empresas y los autónomos, en especial de los sectores tan castigados por la pandemia como hostelería comercio, turismo y ocio y cultura par que puedan salvarse la mayoría de los puestos de trabajo en la comunidad. A ello añade que es imprescindible seguir manteniendo las política públicas, tras un mes de febrero en el que el paro ha vuelto a subir, en la evolución anual y en la interanual, con 31.000 personas más en las listas de desempleo de la comunidad. “En los próximos meses veremos la evolución de la pandemia y el proceso de vacunación que parece clave para la posible recuperación del mercado nacional e internacional”, explican en un comunicado.