Lo que comenzó como una prolongada fiesta de fin de semana en una chabola de La Alberca, con alcohol y drogas, y ha acabado en la Audiencia Provincial de Zamora como un caso de agresión sexual, con M.Y.J.C. conocida como "Mari Trini" como víctima y con petición de pena de 12 años para uno de los participantes, J.L.M.P. conocido como "Pinocho" como presunto autor de los hechos.

Los protagonistas de la historia, junto con dos hombres más decidieron montar una fiesta el sábado 22 de septiembre de 2018 en una chabola del barrio de La Alberca. La jarana, aderezada, con alcohol, porros y speed, continuó durante toda la noche, hasta que los protagonistas se fueron a desayunar a una cafetería al día siguiente. Uno de ellos se fue a trabajar desde allí, aunque antes volvió a pasar por la chabola para que sus acompañantes siguieran la fiesta.

Hubo un altercado que protagonizó la mujer de uno de los participantes, quien se presentó en la chabola, se encaró con la única mujer participante en la fiesta y según algunos testigos la llegó a agarrar del cuello y le dio un cachete. La cosa no pasó a mayores pero poco después se disolvía la reunión, si bien "Pinocho" y "Mari Trini" se fueron juntos a dar un paseo.

Si hasta este punto las versiones son básicamente coincidentes, a partir de aquí difieren. Según el relato del acusado, él y la chica estuvieron paseando por Valorio y mantuvieron relaciones sexuales, orales y con penetración, consentidas en la zona de la ermita de Valderrey. Posteriormente regresaron a la zona de los campos de fútbol, estuvieron charlando, subieron después hasta la pista de Las Vistillas por si veían a un suministrador de hachis y acabaron la jornada dando una vuelta por la Catedral. La pareja se despidió en el portal donde vivía la chica, en la zona de las Tres Cruces.

La versión de la víctima explica que efectivamente estuvieron paseando por Valorio, pero cuando le dijo al hombre que se iba para casa, éste le amenazó y le conminó a que siguiera con él, con golpes de su propio bolso, puñetazos y amenazas que si se marchaba estarían esperándole. Presa del pánico la mujer acompañó a "Pinocho" hasta una vieja casa en la zona alta de San Lázaro donde la desnudó y forzó dos veces. "Si te quieres ir, vete pero desnuda", le dijo el hombre.

La chica contó al día siguiente lo sucedido en el establecimiento donde acudía habitualmente, el Kini y la noticia de la agresión física y sexual se extendió entre todos los conocidos, aunque no fue hasta días más tarde cuando acudió a la Comisaría de Policía a denunciar los hechos, lo que conllevó un examen en Urgencias del hospital Virgen de la Concha. Tardó incluso más en acudir a la cita por el forense que se saltó un par de veces.

El acusado por su parte, negó que desapareciera del mapa durante 15 días tras suceder los hechos o que cambiara de aspecto, dejándose bigote, como aseguran algunos testigos. Es más, asegura que acudió dos veces antes de que fuera detenido a Comisaría al saber que lo estaban buscando y los agentes le dijeron que tenía una denuncia, pero no su contenido que, en todo caso, "no era nada grave".

Además de los participantes en la fiesta de la chabola testificaron otras personas, entre ellas los policías que intervinieron en el caso o los peritos con los informes forenses y psicológicos.

Las acusaciones, tanto fiscal como particular, piden 12 años de prisión para el acusado por agresión sexual continuada, más doce mil euros de indemnización más el pago de los daños y una orden de alejamiento de siete años tras la condena. La defensa pide la libre absolución de su patrocinado al considerar que no hubo agresión sexual sino unas relaciones consentidas.