Las restricciones del COVID no dejarán a Zamora sin la celebración del 8M, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que tendrá una denuncia especialmente dirigida “al doble perjuicio que hemos sufrido con el virus como cuidadoras principales en los hogares”, explican fuentes próximas a la organización. La Asamblea de Mujeres trabaja ya desde hace semanas, con reuniones online, para poner en marcha iniciativas y actividades que permitan visibilizar a colectivos de mujeres marginadas y poner en primera línea informativa las reivindicaciones de igualdad de derechos con los hombres, romper el techo de cristal que impide avanzar a las mujeres.

No se descarta un acto presencial con asistencia limitada, siempre ajustado a las restricciones por la pandemia, con el que dar visibilidad a sus reivindicaciones, alternativa que está todavía en estudio, según fuentes de la organización de la conmemoración del Día de la Mujer Trabajadora en la capital zamorana, que no olvidará el papel de la mujer en medio rural”, abundan. “Si bien no pueden celebrarse las concentraciones como en otras ocasiones, sí habrá actividades para reivindicar a la mujer en la sociedad”, apunta la misma fuente, sin poder concretar más a la espera de perfilarlas.

Aunque la asamblea continúa recogiendo iniciativas de distintos colectivos y organizaciones integradas en ella, tiene claro que en el próximo 8M las mujeres zamoranas dejarán su impronta en la capital, incluso en los distintos barrios, desde los que partían las participantes en la manifestación que se viene realizando el 8 de marzo en los últimos años por las calles de la capital hasta acabar en la Plaza Mayor. Como las limitaciones impuestas por la pandemia impiden este tipo de concentraciones multitudinarias, la asamblea está estudiando llevar a cabo alguna acción que sustituya su presencia física en la capital, pero que deje rastro en las calles, incluidas las zonas periféricas de la capital, de su activismo en favor de los derechos de las mujeres.

Por otro lado, tienen presente la importancia de dar voz a colectivos que permanecen marginados por la sociedad, para lo que barajan llevar a cabo otras acciones que les dé presencia, sin descartar que en el manifiesto que elabora el grupo de trabajo constituido a tal fin tengan cabida, como lo tendrán los derechos de las mujeres en general y la denuncia del patriarcado.

De ese modo, el manifiesto recogerá la reivindicación del papel de la mujer en la sociedad y su aportación, así como el de la mujer rural y el apoyo a colectivos que no suelen tener visibilidad en la sociedad, para exigir sus derechos como personas y poner sobre la mesa las dificultades que sufren por esa discriminación.

La Asamblea se ha servido de las videollamadas para trabajar en la organización de las actividades, para realizar propuestas y ver los recursos con los que se cuenta, así como para establecer grupos de trabajo. El año pasado, días antes del confinamiento por la pandemia, 1.500 mujeres salieron a las calles de Zamora para reivindicar sus derechos.