El Duero aumenta su caudal a su paso por la capital zamorana y anega ya los paseos ribereños y zonas cercanas al paso de las aguas. Son las consecuencias de las intensas precipitaciones registradas en las últimas jornadas y del deshielo de las nieves que a comienzos del mes de enero dejó la borrasca Filomena. Según los datos del sistema de vigilancia de la Confederación Hidrográfica del Duero el río continuó ayer su escalada y el nivel de las aguas superó de forma holgada los 1,30 metros a la altura de la estación de medición, ubicada en el Puente de los Tres Árboles.
Por lo que respecta al volumen de agua que circula por el río, la Confederación Hidrográfica cifraba ayer en cerca de seiscientos metros cúbicos de agua la cantidad arrastrada por el Duero a su paso por la capital zamorana. Es la cifra más alta del año y es más elevada que la habitual en el mes de febrero. Normalmente el Duero alcanza sus niveles más altos en primavera, cuando se produce el deshielo masivo de las nieves del invierno y cuando las lluvias son, por lo general, más importantes que ahora.
Poco tienen que ver los caudales que ahora arrastra el río con los que han visto los zamoranos en las últimas fechas. La cifra mínima del año, localizada en el mes de enero, dejaba solo 26 metros cúbicos por segundo en el paso del río por debajo del puente de Los Tres Árboles y una altura de las aguas que no llegaba ni siquiera a los cuarenta centímetros.
Los niveles que se registran actualmente tienen sin duda parte de su explicación en las lluvias de los últimos días. La estación de medición del Duero, que incorpora una estación de pluviometría, permite evaluar la cantidad de agua caída en la capital. En los once primeros días del mes de febrero la ciudad recibió más de 45 litros de lluvia por metro cuadrado, unas cifras más que relevantes. Según los datos de la Aemet Zamora suele contar en el mes de febrero con entre 20 y 30 litros de agua por metro cuadrado en lo que sería un año considerado normal. En once días la cifra se ha quedado atrás hasta el punto de que prácticamente se ha doblado.
Con todo, la Confederación Hidrográfica del Duero no contempla todavía elevar los niveles de alerta del río a su paso por la ciudad. Sirva recordar que el Duero no alcanza en la capital niveles peligrosos hasta que supera de forma holgada los 800 metros cúbicos por segundo, cifra que hoy por hoy no se ha alcanzado. El nivel de alerta está establecido en 1.200 metros cúbicos, cifra más lejana aún.
