El Obispado de Zamora forma ya a tres laicos y un sacerdote para constituir el equipo interdisciplinar de la oficina contra abusos sexuales de la Iglesia que investigará casos que se denuncien ocurridos en los últimos 70 años. El equipo implementará medidas de prevención y llevará a cabo la creación de “ambientes que promuevan espacios seguros para todas las actividades pastorales realizadas en la Diócesis”, concreta este organismo en Zamora. Los integrantes de este equipo, que se suman al psicólogo y jurista con los que se puso en marcha la mencionada oficina diocesana hace ocho meses, sin que haya iniciado ningún expediente por el momento, reciben a lo largo de este trimestre una formación en la Universidad de Comillas para, con posterioridad, formar sobre el protocolo de actuación a miembros de la diócesis en caso de conductas reprochables y para incidir en la prevención.

La Diócesis subraya que con esta iniciativa “asume el compromiso de llevar a efecto una investigación de los últimos setenta años para esclarecer, en caso de que la hubiera, cualquier situación de abuso sexual a menores y personas vulnerables provocada” por religiosos o personas vinculadas a la Iglesia. Las “amargas lecciones del pasado”, apunta la nota difundida por la Iglesia en Zamora, “nos obligan a ir incorporando de manera progresiva protocolos que promuevan la cultura del cuidado, que eviten la repetición de tan execrables comportamientos y, si fuera el caso, que establezcan cauces para una adecuada recepción y canalización de las denuncias”. La iniciativa de la Diócesis supone un “compromiso con la sociedad para informar a las autoridades competentes de cualquier caso de abuso sexual, sobre menores o personas vulnerables, realizado por clérigos o por cualquier miembro vinculado” a la Iglesia, que expresa su pesar por los daños físicos, psicológicos y espirituales causados a las víctimas por clérigos o personas relacionadas con la organización religiosa.