Los propietarios de los edificios de la calle de San Torcuato, de fachada protegida, y de la calle de Pelayo dispondrán de un plazo de siete días para iniciar las obras que permitan reconstruir la pared medianera que compartían y cuyo desplome ha causado daños que urgen su reparación para estabilizar las dos casas, según fuentes del Ayuntamiento de Zamora. La intervención tendrá un plazo de duración de 20 días a contar desde que comiencen los trabajos, de acuerdo con el informe previo de los técnicos municipales, la arquitecta y el gerente del área de Obras y Urbanismo, que prima la urgencia para dar una solución que garantice la seguridad de las edificaciones y permita abrir la calle de San Torcuato al tráfico de personas cuanto antes y sin riesgos. El tramo cortado, de unos 30 metros, afecta también a comerciantes y a dueños de garajes que no pueden usar sus plazas particulares para estacionar.

El documento ya está en manos de los titulares de las casas del número 36 de San Torcuato y del número 2 de Pelayo para que lo estudien en el mínimo plazo de tiempo a fin posible y decidan si lo ejecutarán en los términos que propone el Consistorio, que ha calculado el coste de las obras de ambos inmuebles por si se ve obligado a acometerlas de forma subsidiaria.

La intervención más elevada es la de la casa catalogada, cuyo andamio metálico tendrá que ser repuesto, al verse afectado por el desplome de la pared medianera, que dejó dañada la estructura metálica mencionada y colgando en el interior del solar vaciado hace años para albergar una edificación que sigue sin llegar. Si los propietarios no aceptaran la intervención que les indica el Ayuntamiento, podrán presentar una propuesta alternativa que se someterá al análisis de los técnicos municipales, quienes tienen la última palabra. El informe del Ayuntamiento insta a apuntalar y asegurar el inmueble número 2 de la calle de Pelayo, mientras que para el edificio de San Torcuato se obliga a sujetar el andamio para dar seguridad a la fachada que estaba enfajada por dentro con la estructura metálica, tras retirar la que ocupó parte de la vía pública durante años. La actuación que han acordado los técnicos municipales tiene otra parte fundamental que es la reconstrucción de la pared medianera, una obra que les compete financiar a los dos titulares de los edificios, que tendrán que asumir ese coste y el del resto de la actuación. Esas son las obras mínimas que deben llevarse a cabo para garantizar la seguridad vial y poder abrir la calle de San Torcuato con la mayor rapidez posible. El equipo de Gobierno de IU tendrá que esperar la respuesta de los dueños de ambas edificaciones, que no se descarta que realicen su propuesta, antes de tomar una decisión. Si no hubiera un acuerdo, el Consistorio tendría que intervenir subsidiariamente, dada su obligación de impedir que la estabilidad de las edificaciones pueda terminar en un derrumbamiento, en aras de la seguridad ciudadana.