El Ayuntamiento de Zamora colocará las placas conmemorativas en memoria de los zamoranos represaliados por el régimen nazi el próximo 30 de marzo. Así lo confirmó el concejal responsable del proyecto, Christoph Strieder, antes de que los grupos políticos del Pleno apoyaran, por unanimidad, este “recuerdo y desagravio” a las 23 víctimas de la provincia. El lugar escogido por el equipo de Gobierno ha sido la plaza de Alemania, un lugar que recibió su nombre el 11 de enero de 1937, cuando Adolf Hitler ya ostentaba el poder.

Strieder defendió el valor simbólico de estas placas “stolpersteine”, y recordó que, según la documentación aportada por el Foro de la Memoria, los zamoranos que sufrieron el horror nazi en los campos de concentración procedían de municipios tan diversos como Coreses, Santovenia del Esla, Otero de Bodas, Tola, Ribadelago o Micereces de Tera, entre otros. También de la capital, que perdió tres vecinos a manos de la máquina del terror de Hitler y sus secuaces.

Por su parte, los portavoces del resto de los grupos mostraron su apoyo a esta cuestión. Cruz Lucas, de Ciudadanos, remarcó que estas placas, en forma de adoquines, “provocarán la reflexión y el análisis de todos”, y remarcó que “la concienciación es fundamental para que esa barbarie no pueda repetirse”. La socialista Auxi Fernández insistió en la importancia de evitar que regímenes como el nazi vuelvan a tener éxito, y subrayó que el Estado español tiene “una deuda con los republicanos que fueron deportados”.

Por último, la popular Mayte Martín Pozo, confirmó el voto favorable de los suyos, y declaró que el PP “no está a favor de ninguna dictadura”. En este punto, la concejala señaló que “barbarie y crímenes ha habido en todos lados”, y citó como ejemplo los gulags de Iosif Stalin.

Por lo demás, el Pleno celebrado ayer discurrió sin demasiado contenido y se despachó en apenas una hora, después de que todas las mociones presentadas por la oposición fueran rechazadas.