La muralla de Zamora ya es escaparate de la ciudad en la parte que mira hacia el río Duero, pero pronto podrá convertirse en un auténtico reclamo en la totalidad del recinto. El monumento situado en el entorno de la avenida de la Feria, oculto desde hace décadas por los edificios que taparon su grandeza desde principios del siglo pasado, ha salido del ostracismo para convertirse en piedra angular del atractivo de Zamora como ciudad medieval. Una fortificación envidiable que busca ser considerada como auténtica marca de la capital, como así ocurre con el románico. Sobre ella, se ejecutará en los sucesivos años un proyecto dividido en tres fases que eliminará elementos que tapan su visibilidad y liberará espacio para uso peatonal. Un gran paseo ajardinado para esparcimiento de los ciudadanos y visita obligada de los turistas.

Plano general del aspecto que busca el proyecto municipal para el monumento en la Feria. | Ayuntamiento de Zamora

La iniciativa que el Ayuntamiento de Zamora tiene entre manos se escapa de los términos de ambiciosa. Son 18.000 metros cuadrados de suelo que pasarán a ser de uso peatonal si todo sale según está previsto. La envergadura de esta operación incluye concluir toda la liberación de la fortificación entre la cuesta de San Bartolomé y la cuesta del Mercadillo, ganar dos carriles a la travesía de la N-122, urbanizar todo el entorno, desplazar los árboles que tapan la visión del monumento y rebajar la altura del parque de San Martín para que todo el espacio tenga continuidad. Un auténtico lavado de cara cuyo precio ascenderá a cerca de diez millones de euros.

El anteproyecto de urbanización y ajardinamiento ha sido elaborado por el arquitecto Marco Antonio Martín Bailón y su ejecución se prolongará desde este año 2021 hasta el próximo mandato municipal. Francisco Guarido y María Eugenia Cabezas han sido los encargados de presentar en detalle las actuaciones a llevar a cabo, que arrancarán en los próximos meses con los derribos de los edificios que discurren en hilera entre los números 37 y 49 de la avenida de la Feria. Esa será parte de la primera fase. Y es que, dada la amplitud de esta iniciativa, el Ayuntamiento de Zamora ha decidido establecer tres fases diferenciadas para que todo se pueda realizar de acuerdo a lo establecido en el diseño que ya está elaborado.

La muralla es el nuevo escaparate

La primera de las fases, por lo tanto, se circunscribe al espacio situado entre el edificio de la avenida de la Feria 11, el último derribado, y la bajada de San Martín. A lo largo de los próximos meses, deberían reducirse a escombros los siete edificios más próximos al parque. Siempre dentro del ejercicio 2021. Para el año siguiente, probablemente en el primer semestre, llegaría el turno a las obras de urbanización y ajardinamiento de esta zona. Todo ello, como ha obligado la Comisión Territorial de Patrimonio, dejando en pie el colector de Segundo Viloria que ahora mismo rompe en dos el paseo previsto por el Ayuntamiento de Zamora.

La muralla es el nuevo escaparate

En segundo lugar, el anteproyecto plantea ejecutar la fase que discurre entre la bajada de San Martín y la cuesta del Mercadillo. Una operación complicada, dado que el objetivo municipal es igualar el desnivel existente en el parque de San Martín a través de un retranqueo de las escaleras; es decir, echarlas hacia atrás para evitar romper la continuidad del paseo. Esta segunda fase incluye, además, la expropiación y derribo de tres propiedades situadas en el entorno de la cuesta del Mercadillo, una de ellas perteneciente a Iberdrola, para liberar un tramo más de muralla ahora oculto por las fincas y también por los árboles, que deberán ser desplazados de lugar. Esto se llevaría a cabo entre este 2021 y el final del mandato.

Para concluir, la tercera fase consistirá en la redacción de un convenio junto con el Ministerio de Fomento que sirva para la cesión a uso peatonal de dos de los cuatro carriles de la avenida de la Feria, de manera que se pueda ampliar el espacio de esparcimiento asociado a la muralla. Un documento que debería llegar a buen puerto sin fisuras, según Francisco Guarido, dado que no existe actualmente la necesidad en el tráfico de mantener ese despliegue de carriles. “No es nada nuevo y hace décadas eran solo esos dos carriles; luego se amplió para dar una solución al tráfico rodado, pero actualmente vuelven a ser innecesarios tras la construcción de las circunvalaciones alrededor de la ciudad”, ha señalado el alcalde del Ayuntamiento.

La muralla es el nuevo escaparate

Todo este proyecto tiene un valor económico de 9,7 millones de euros, de los que cinco se corresponden con expropiaciones y derribos, destinando el resto a la urbanización y ajardinamiento. De ese montante, ya se han gastado cuatro millones para comprar edificios y reducirlos a escombros en la avenida de la Feria, un proceso que continuará a lo largo de este año 2021 hasta alcanzar la liberación total de la muralla entre Feria 11 y el esquinazo de la bajada de San Martín.

Diferentes imágenes del proyecto de urbanización y ajardinamiento desde la rotonda de la Feria hasta el parque de San Martín. |

El Ayuntamiento de Zamora quiere convertir la muralla en una zona de referencia para los ciudadanos y también para el turismo. El proyecto, de hecho, inició su andadura en el año 2001, pero nunca se había avanzado tanto como en el mandato anterior. Desde hoy y hasta 2023, esta idea de crear un gran bulevar deberá experimentar un impulso para estar concluida, si todo va como marcan los plazos, a lo largo del siguiente mandato municipal. La capital mira hacia la avenida de la Feria.