La Navidad del coronavirus se deja sentir en las compras del Mercado de Abastos de Zamora. Así lo confirman los industriales consultados por este diario, que constatan un cambio en los hábitos de compra de los zamoranos para las fechas más señaladas del año. Fechas de reunión y de reencuentro familiar que este año se tendrán que celebrar en pequeños núcleos familiares y con medidas de seguridad para evitar la propagación del virus. Un obligado cambio de costumbres que se nota a la hora de poner la mesa y, sobre todo, a la hora de comprar los ingredientes para la cena de Nochebuena y la comida de Navidad.

Los comerciantes indican que las compras “enormes” de años anteriores este año han quedado atrás. “Estos días no vienen los típicos abuelos a comprar para toda la familia. Tenemos más gente en la cola porque se está comprando para reuniones más pequeñas. En lugar de vender tres kilos de langostinos a una persona, vendemos medio kilo a seis personas diferentes”, resume el encargado de una pescadería del Mercado de Abastos. Han aumentado también, apuntan en la pescadería Vega, los pedidos para estas fechas. “Antes la gente venía, esperaba la cola y pedía lo que iba a comer. Ahora hemos visto que mucha gente ha venido unos días antes para darnos una nota con lo que quiere y encontrarlo preparado el día de Nochebuena por la mañana y así no tener que guardar cola. Hay muchos más pedidos”, resumen.

En los mismos términos se manifiestan los responsables de las carnicerías. “Los cabritos los vendemos por medios y no por piezas enteras, pero por lo demás el consumo es el mismo que en años anteriores”. Los industriales, aunque con ventas más pequeñas, logran mantener los números que se consiguieron el año pasado.

Una pescadería del mercado, ayer. | Jose Luis Fernández

Las consecuencias de la pandemia se notan también a la hora de pasar por caja. Salvo unos pocos productos puntuales, la mayoría de los ingredientes de una tradicional cena navideña salen este año al mismo precio, o incluso más baratos, que el año pasado. En las carnicerías destaca la subida del cabrito, uno de los productos más típicos de la Navidad y que difícilmente encuentra clientela fuera de estas fechas. En algunos puestos del Mercado de Abastos el cabrito se paga a cerca de quince euros el kilo, bastante más de los once que se registraban hace unos meses.

En las pescaderías el precio también es muy similar al registrado el año pasado, pero hay variaciones. Con todo, el análisis del marisco y del pescado es complicado porque el producto que ahora se vende en los puestos del Mercado de Abastos ni siquiera llega a Zamora en otras fechas distintas a la Navidad. Así, hoy se pueden comprar cigalas a la nada despreciable cifra de 50 euros el kilo mientras que hace un mes se movían en el abanico de los treinta euros por la misma cantidad. Comprar en noviembre para congelar y comer en Navidad siempre es una opción, pero el producto que se pondrá encima de la mesa no será el mismo que si se compra ahora. Con las almejas pasa algo parecido. Hace un mes se encontraban prácticamente todas en el entorno de los diez euros el kilo y ahora se mueven en un abanico de entre diez y cuarenta euros, pero depende de la calidad y del molusco. Parecido sucede con las gambas, que dependiendo de la calidad pueden encontrarse entre los 11 y los 28 euros el kilo. Los langostinos se mueven en un abanico muy similar. En las pescaderías del Mercado de Abastos aparecen, además, productos que son complicados de encontrar en otras épocas del año como los centollos, carabineros, besugos o bueyes de mar, muy demandados en Navidad.

EL CORDERO Y EL TOSTÓN ENCUENTRAN UN “OASIS”, DESPUÉS DE UNOS MESES MUY COMPLICADOS

El cordero y el cerdo se venden a precios que están por debajo de los habituales desde que comenzara la pandemia. Los dos productos están entre los más afectados por el cierre y por las limitaciones impuestas a la hostelería, que no ha podido operar con normalidad prácticamente desde el mes de marzo, y eso se nota a la hora de pasar por caja.

El tostón, por ejemplo, ha encontrado en la Navidad un pequeño “paréntesis” a un año muy complicado para los productores. En los puestos del Mercado de Abastos el producto cotizaba ayer a aproximadamente doce euros el kilo. En los meses anteriores este tipo de carne ha llegado a estar por debajo de los siete euros el kilo, algo que habla de la poca demanda existente durante el confinamiento y en las primeras semanas del otoño.

Algo similar pasa con el lechazo, que en las últimas horas se puede encontrar a algo menos de quince euros el kilo en los puestos del Mercado de Abastos cuando ha estado en el entorno de los diez durante varias semanas en los meses pasados. El jamón ibérico, otro de los productos estrella de las mesas navideñas, es algo más barato que el año pasado y no ha registrado grandes movimientos en las últimas fechas. En las fruterías, por su parte, reina la estabilidad a la espera de que, en las próximas jornadas y como consecuencia de la Nochevieja, se encarezcan las uvas, como sucede cada año.