Las agencias de viajes reclaman ayuda para “no hacer las maletas”. Con una facturación que se ha reducido a apenas el 5% de la cantidad habitual, estos negocios exigen un “plan de rescate” que les salve de la quiebra en un contexto de restricciones a la movilidad, temor y contención extrema por parte de los ciudadanos. La pandemia lleva casi nueve meses lastrando a un sector que vivió un tímido repunte en verano, pero que se ha visto muy castigado por la segunda ola.

Esta coyuntura llevó ayer a los responsables de estos negocios en Castilla y León a desplazarse hasta Valladolid para manifestarse ante las Cortes y demandar soluciones. Entre los afectados, los responsables de las 18 agencias de viajes que operan en Zamora y que emplean a cerca de 200 personas, según indicó Daniel Hernández, el representante de la asociación provincial del sector.

Hernández explicó que las agencias de viajes están viendo amenazada su existencia “porque no llega ningún tipo de ayuda”. El sector, sin perspectivas próximas de cambio, se enfrentan a un horizonte “sin ningún tipo de movilidad”. “Este verano se vendieron algunos destinos, pero escapaditas a Oporto, a Marbella, a Huelva... Ha habido miedo a coger vuelos”, subrayó el responsable de la asociación provincial.

Esa actitud tímida de los clientes, provocada por la incertidumbre sanitaria, prácticamente borró del mapa los viajes de bodas o las vacaciones en destinos del Caribe, con paquetes más rentables para las agencias: “También vendíamos a empresas que desplazaban a sus comerciales, pero ahora la gente no quiere arriesgar nada”, apuntó Daniel Hernández.

Por el momento, según el representante de las agencias de viajes, la única medida de alivio que tienen es la posibilidad de tener a todos los trabajadores en ERTE: “Es el mal menor”, insistió Hernández, que remarcó que los negocios tienen que seguir pagando los impuestos y que además reciben la visita de las inspecciones sanitarias “para comprobar si se cumplen los protocolos en sitios donde no entra nadie”. En la manifestación, los representantes de los negocios de la comunidad portaron maletas con mensajes en los que pedían “ayudas directas” para el sector. Según Hernández, ningún responsable político se acercó durante la movilización.