El trabajo preventivo y de educación en hábitos saludables para combatir la diabetes y para atender adecuadamente a los pacientes de esta patología precisan de un aumento de hasta el 15% en personal de enfermería, reivindican desde la Asociación de Diabéticos de Zamora (Adiza) que celebra hoy el Día Internacional de esta enfermedad. El presidente de esa organización que aglutina a 350 zamoranos diagnosticados con esa enfermedad, Eusebio Díez Pinilla incidió en la importancia de disponer de la ratio adecuada de estos profesionales por cada 100.000 habitantes, que debe situarse en 602 y que “aquí no llegamos a 400”.

Esta medida redundaría en un ahorro para la sanidad pública, debido a la importancia de la prevención en este tipo de dolencias, que “es un pandemia de dimensiones tremendas”, subrayó Díez Pinilla quien destaca la necesidad de llevar a cabo “un control” y hace especial hincapié en que en diez años “uno de cada dos adultos con diabetes estará sin diagnosticar”.

En Zamora, existe “un 14% de pacientes con esta dolencia y muchos no saben porque no se revisan ni se hacen pruebas”, declaró tras la firma de un protocolo de colaboración con el Ayuntamiento de Zamora llevada a cabo ayer. La diabetes “una hipoglucemia (bajada de azúcar en sangre) lleva en segundos a la muerte a una persona”, destaca para insistir en la trascendencia de los controles y para animar a los pacientes que existen en la provincia a “que se asocien porque es la única manera de tener visibilidad” y conseguir ayudas que puedan redundar en la mejora de la calidad de vida a través del asesoramiento y la atención por los servicios de que dispone Adiza.

Díez Pinilla recuerda la elevada mortandad de la diabetes muchas veces se solapa con otras enfermedades porque no se realizan autopsias y se indica como causa del fallecimiento un “fallo sistémico que puede enmascarar esa hiperglucemia”, que causa daños en el hígado, en el corazón, en el páncreas, además de provocar mutilaciones.

En Zamora, un 80% de los diabéticos tiene más de 65 años, mientras que el 20% restante se encuentra en la horquilla de los entre 45 a 65 los más jóvenes, “que en diabetes son jóvenes, abunda el presidente de la Asociación, que agradece la acogida por parte de las distintas instituciones de la provincia, desde el Consistorio, a la Diputación Provincial o la Junta de Castilla y León.

El protocolo suscrito con el Ayuntamiento de la capital implica establecer una “colaboración de la institución en todo aquel proyecto que propongamos”, entre los que tienen en cartera está la realización de campamentos de verano para los socios u organizar una ruta para recorrer el Camino de Santiago, “cuando el bicho nos deje”. El mismo respaldo han hallado en la Diputación, la Junta e, incluso, por parte de los partidos políticos, con los que el presidente se ha reunido recientemente. Para conmemorar el Día de la Diabetes se había previsto que el alcalde leyera un manifiesto en la Plaza Mayor, acto suspendido por el COVID.

ASISTENCIA PSICOLóGICA, NUTRICIONAL Y UN PEDIATRA PARA LOS SOCIOS

El asesoramiento psicológico y diabético, sobre los buenos hábitos en la nutrición para combatir la enfermedad se complementa con los servicios de endocrinología y de pediatría, con profesionales que colaboran desinteresadamente, o la asistencia gratuita de odontología que la Asociación de Diabéticos de Zamora (Adiza) pone a disposición de sus integrantes para ayudarles a afrontar la patología.

Empeñado en dar visibilidad a esta dolencia de cuya gravedad no está concienciada la sociedad, apunta el presidente Eusebio Díez Pinilla, quien no se cansa de subrayar que “es un problemón que cada día se incrementa más”. Agradece las subvenciones que recibe la Adiza y que redundan en las ayudas para adquirir gafas o audífonos, mascarillas durante la pandemia, así como el material de protección para la sede.

En estos tiempos de COVID, desde la Asociación se está llevando un trabajo ímprobo para mantener controlados y tranquilizar a los socios, especialmente “a los de mayor riesgo por la edad “que conlleva esta patología, a quienes “todas las semanas” se les hace un seguimiento, en el que colabora desinteresadamente el Servicio de Endrocrinología del Complejo Asistencial de Zamora, al igual que lo hace el de Pediatría para asistir a los niños integrados en Adiza.

Durante el confinamiento, esta organización se encargó de facilitar comida a los socios que no podían salir de casa por tratarse de una población de riesgo muy elevado. Asimismo, “a los que no sabían usar los glucómetros, les ayudábamos, también para tenerlos a punto; hemos comprado algunos por si los necesitan”, concluye Eusebio Díez Pinilla.