“El club de los poetas zombies” es el proyecto puesto en marcha estos días por el colegio Santísima Trinidad-Amor de Dios con el que los alumnos de Primaria han tenido que revisar la obra de los poetas clásicos para salvar al centro. Se trata de un proyecto gamificado (basado en juegos) con el que se han desarrollado actividades, tareas y talleres que se engloban en el Plan de Fomento de la Lectura de este curso 2020-2021, bajo el título “Encerrados”.

El equipo docente del colegio ha tirado de imaginación para ofrecer a sus alumnos una aventura fantástica. Ellos se convierten en protagonistas teniendo que hacer frente a un virus que un villano llamado Leónidas posee como arma para contagiar a todos los estudiantes del centro mediante el consumo del agua contaminada del río Duero. Su malvado objetivo es paralizar el sistema nervioso de los niños e impedir que puedan desarrollar su competencia lectora y la adquisición de cultura.

Vistos los resultados, parece que los 150 niños de Primaria han superado “con nota” la primera prueba de esta gran aventura —que se desarrollará durante todo el curso— mediante el proyecto “El club de los poetas zombies”, donde la misión era adaptar al espíritu de Halloween poemas clásicos de autores como Garcilaso o Lope de Vega. “Se han pasado los últimos días estudiando a estos autores, investigando sobre su vida y sobre su obra”, valora Luis de Mena, director pedagógico del colegio. De esta manera, la lectura ha ayudado a sacar de ese aturdimiento a sus compañeros, venciendo, de momento, al malvado Leónidas.

“El resultado ha sido muy satisfactorio y los alumnos se han volcado con estas actividades, logrando resultados muy positivos, así que estamos pensando en desarrollar para el próximo Halloween esta misma idea incluyendo a los estudiantes de Secundaria”, anuncia De Mena.

“ENCERRADOS”, UN PROYECTO PARA TODO EL CURSO 2020-2021

“El club de los poetas zombies” es solo el principio del proyecto de fomento a la lectura titulado “Encerrados”. Los alumnos de Primaria ha pasado con éxito este primer nivel, pero todavía les quedan otras ocho pruebas más relacionadas con los libros para convertirse en auténticos héroes. “Cada mes se enfrentarán a una misión para despertar a sus compañeros confinados en el colegio ante la virulencia del contagio”, relata el director. De momento, la resistencia ya ha demostrado que el poder de la lectura en voz alta desarrolla conexiones nerviosas que activan la creatividad y la imaginación de los alumnos. Desde la dirección pedagógica se valoran positivamente dos cuestiones fundamentales: la posibilidad de compartir y hacer crecer ideas y la capacidad camaleónica del claustro de profesores y alumnos, “que han sabido adaptarse a un exigente escenario COVID-19 sin perder los rasgos que definen nuestro proyecto educativo de centro basado en el trabajo colaborativo”.