La empresa encargada de concluir la transformación del Banco de España en cuartel de la Policía Municipal ha mostrado ya sus discrepancias con el proyecto planteado por el Ayuntamiento de Zamora antes incluso de comenzar con los trabajos. El plazo de ejecución de las obras comienza a correr hoy, pero no está claro que la UTE formada por las constructoras Emergis y Alea se circunscriba a lo pactado. De cumplirse los peores pronósticos, el proyecto acumularía un nuevo retraso. El enésimo, en realidad, de una obra que prácticamente nació maldita en agosto de 2016 y de la que apenas está concluido un tercio del total.

El concejal de Obras del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, se ha mostrado tajante acerca de la situación: “O empiezan las obras, o que se atengan a las consecuencias”. No es la mejor forma de iniciar una relación contractual, pero es la que a día de hoy existe. Fernández ha explicado que este miércoles comenzará a correr el plazo de ejecución de la obra, valorado en cuatro meses. Pese a las disconformidades de la empresa, que “no estaba de acuerdo con ciertas unidades de obra”, la dirección técnica externalizada por el Consistorio ha valorado que el proyecto es correcto y debe acometerse tal y como está establecido.

Las máquinas, por lo tanto, deberían entrar hoy en las dependencias del Banco de España para continuar una obra de cuya totalidad solo existe certificado un 33% aproximadamente. En este segundo proceso de contratación, el Ayuntamiento de Zamora escogió a la UTE formada por Emergis y Alea por haber presentado la oferta más ventajosa en términos económicos, con una baja del 13,5% sobre el presupuesto de licitación, lo que le permitió obtener 80 puntos de los 95 con los que ganó el concurso. En total, la rebaja fue de unos 120.000 euros sobre el montante total, de manera que el contrato se cerró en 769.900 euros. A pesar de la baja, esta cantidad es 130.000 euros superior a la que primigeniamente se dedicó a este proyecto, que fue de 633.000 euros.

LAS RESERVAS DE LA ADJUDICATARIA SE BASAN EN EL COSTE REAL DE LOS TRABAJOS

Las discrepancias entre el Ayuntamiento de Zamora y la UTE Emergis-Alea son puramente económicas. Tal y como ha señalado el concejal de Urbanismo y Obras, Romualdo Fernández, los problemas comenzaron a la hora de firmar el acta de replanteo. “Esta cita se celebró el pasado 24 de julio y, en ese momento, la adjudicataria planteó discrepancias sobre unidades de obra cuya valoración no se correspondía con el coste real”, ha explicado el edil de Izquierda Unida. El Consistorio decidió encargar los informes oportunos y la conclusión es que no hay razón para reclamaciones. “Todo es correcto y está documentado, por lo que se han declarado infundadas estas reservas y se le ha dicho a la adjudicataria que empiecen las obras”, ha expresado.

El contrato firmado por la adjudicataria tiene un plazo de ejecución de las obras de cuatro meses, por lo que el Banco de España debería estar listo a primeros del próximo año 2021. Se trata de un importante proyecto para la ciudad de Zamora, dado que de él depende el traslado de la Policía Municipal y el Archivo, dejando así libre el ayuntamiento viejo para su nuevo uso como Museo de Baltasar Lobo.