El I Congreso de Constitución de la Asociación de Castilla y León de Academias de Enseñanza (Aclacen) sirvió para reivindicar su papel en la sociedad y exigir medidas contra la competencia desleal que parece endémica en esta profesión. El presidente de la agrupación —que aglutina a 650 academias de toda la comunidad— José María Pérez Álvarez, abrió el congreso en una de las salas de conferencias del Teatro Ramos Carrión demandando “el puesto que nos mereceos en la sociedad, tanto académica como económicamente”. Un puesto que subrayó que era importante. “Los padres confían en nosotros para mejorar los resultados académicos de sus hijos y el éxito académico no deja de ser el ascensor social”, señaló. Este camino, insistió, habría que hacerlo de la mano tanto de la educación formal, como de las administraciones y de las asociaciones de padres y madres de los centros educativos.

En el apartado de exigencias, apostó por que la ley proteja a los profesores de academias que se vean afectados por el coronavirus y se centró en el tema de la competencia desleal. “Solo queremos que se cumpla la ley”, resumió, añadiendo la labor que realizan con la creación de puestos de trabajo y sus respectivas cotizaciones a la seguridad social como empresa que son. “Los que están en el lado oscuro solo provocan precariedad laboral y destrucción de puestos de trabajo”, comparó Pérez.

Como novedad, también anunció el deseo de este gremio de poner en marcha una iniciativa parlamentaria para que las páginas webs que anuncian servicios de clases particulares “sean perseguidas de oficio”, como se hace con aquellas plataformas de descargas ilegales de películas o música.

El congreso, celebrado en Zamora, acogió a medio centenar de profesionales de toda la región, a los que se unieron de manera online otros compañeros para escuchar a los diferentes ponentes que trataron temas de interés para el sector, como la seguridad en las aulas frente al COVID-19, la labor educativa de las academias, el aprendizaje de los niños con necesidades específicas de apoyo educativo, la enseñanza online y mixta o las repercusiones de la competencia desleal para las academias y la forma de combatirla.

Entre los conferenciantes estuvo Marta Rubio Merino, quien, con 28 años de experiencia en educación, aseguró que las academias “no son segundos platos, sino gourmets de la enseñanza. Vamos de la mano de la educación formal y subsanamos sus carencias, somos ingenieros educativos que nos concretamos en cada uno de nuestros alumnos”, explicó sobre la labor de estos docentes “profesionales de la enseñanza”.

Una de las labores más importantes de las academias para Rubio es la de personalizar proyectos educativos. “La administración no ha sabido tratar problemas personales, porque tiende a homogeneizar y no todos los alumnos aprenden de la misma manera. Nosotros conseguimos esa gran labor integral”, aseguró.

Haciendo un juego de palabras con la marca de refrescos Pepsi, explicó que las academias generan recursos pedagógicos (pe) y psicológicos (psi), añadiendo la “s” del plural para sumar también los recursos sociales. “Así que estamos en el mismo mercado que la educación formal, que podría ser la Coca-Cola”, bromeó para terminar asegurando que las academias forman parte del tablero educativo. “La administración nos necesita para acabar con el fracaso escolar”, sentenció.

PREVENIR, DETECTAR, COMUNICAR Y AISLAR FRENTE AL COVID-19

Las academias de enseñanza no son ajenas al COVID-19 y por ello se contó en el congreso con la participación del doctor José Miguel Villamor Mielgo, especialista en salud laboral y medicina del trabajo. En su charla explicó que la misión de los docentes en este tiempo está en seguir los pasos de “prevenir, detectar, comunicar y aislar. Y, a partir de ahí, dirigir, por supuesto, con todas las medidas de prevención, principalmente la mascarilla”, indicó. El doctor detalló a los asistentes lo que significan nuevos conceptos como contacto estrecho, vía de transmisión, brote o caso sospechoso, además de describir la guía de los centros y la normativa que se puede adaptar sin problema a las academias de enseñanza. “Hay que quitar el miedo, siempre y cuando se cumpla con todas las medidas de prevención”, insistió, por lo que señaló que en las academias, “como en el resto de aulas”, debe haber cuatro premisas importantes: el uso de mascarilla, la distancia de seguridad, evitar los contactos y la higiene. “Con eso tendremos muchísimo camino ganado desde el punto de vista preventivo”, aseguró, aunque reconoció que ese sencillo comportamiento “parece que, tristemente, está siendo mucho más complicado a nivel poblacional”, lamentó.