Zamora conocerá la identidad de su nuevo obispo a lo largo del mes de septiembre. Así lo espera el administrador diocesano, José Francisco Matías Sampedro, que confía en que la llegada del prelado “no se retrase”. Por el momento, ninguno de los responsables de la Iglesia zamorana o de su entorno se atreve a dar una fecha concreta, y mucho menos un nombre, aunque sí se da por hecho que, si nada se tuerce, la diócesis no pasará más de un año con el cargo vacante.

Cabe destacar que Gregorio Martínez Sacristán falleció el pasado 20 de septiembre tras casi trece años al frente de la Diócesis de Zamora. Su nombramiento como prelado, en sustitución de Casimiro López, se había producido en diciembre de 2006, y la toma de posesión se celebró apenas mes y medio más tarde, el 4 de febrero de 2007.

Tras el fallecimiento de Gregorio Martínez, la diócesis entró en una fase de transición comandada por el administrador diocesano, José Francisco Matías Sampedro, que aceptó, “por responsabilidad eclesial”, guiar una transición que, si todo marcha como debe, podría durar apenas un año hasta la incorporación del nuevo obispo, un periodo razonablemente corto si se tiene en cuenta que, en algunos casos, esta vacante se puede prolongar durante años.

En la actualidad, el administrador diocesano goza de muchas de las funciones que ostenta el propio obispo, salvo asuntos como ordenar, incardinar o escardinar sacerdotes, o conferir una canonjía en la Catedral, según explicó el propio José Francisco Matías Sampedro en una entrevista concedida a este medio.

En todo caso, parece que la llegada del nuevo obispo terminará con esta interinidad, y Zamora contará con su tercer obispo del siglo XXI, tras Casimiro López y Gregorio Martínez.

LA VACANTE DE ASTORGA SE CUBRIÓ APENAS UN AñO DESPUéS DE LA MUERTE DE JUAN ANTONIO MENéNDEZ

El último precedente del nombramiento de un obispo que afectara a la provincia de Zamora se produjo en la diócesis de Astorga, con la llegada de Jesús Fernández González, que se produjo el pasado 8 de junio, y que tuvo lugar un año y quince días después del fallecimiento de su predecesor, Juan Antonio Menéndez.

Fernández, que hasta su llegada a Astorga ejercía como obispo auxiliar de Santiago de Compostela desde 2013, fue anunciado en el puesto en un momento en el que se comunicaron diversos cambios, y en el que ya se especuló con la posibilidad de que la Diócesis de Zamora contara con un nuevo prelado de forma inminente.

No obstante, las fuentes consultadas por este medio indicaron que agosto suele ser un mes con escaso movimiento en ese sentido, por lo que Zamora deberá esperar a septiembre para conocer el nombre del obispo que sustituye al fallecido Gregorio Martínez Sacristán, que murió en septiembre de 2019.

Cabe destacar que la Diócesis de Astorga se extiende por las comarcas zamoranas de Sanabria-La Carballeda, Tábara y gran parte de Los Valles, por lo que tiene una importante influencia para la provincia. También ocupa buena la parte occidental de León y la zona oriental de Orense.

De ese territorio se ocupa ahora Jesús Fernández González, un prelado que estudió Latín y Humanidades en el Seminario Menor San Isidoro de León, hizo COU en el instituto Padre Isla y se licenció en Filosofía y Teología en el Seminario Mayor San Froilán en 1980, también en la ciudad leonesa. Además de la Licenciatura en Estudios Eclesiásticos, se licenció en Filosofía por la Universidad Pontificia de Salamanca en 1992, donde se doctoró.