El equipo de salvamento tuvo que hacer dos horas a pie hasta llegar al lugar del accidente y una vez allí se adentraron en la cueva cántabra donde había quedado atrapado el espeleólogo francés. Con pequeñas voladuras controladas han logrado avanzar entre las angostas galerías de la cavidad aún sin explorar y donde son frecuentes los desprendimientos. Uno de ellos, a 45 metros bajo tierra, acabó con la vida del investigador que en ese momento recababa información de la sima junto a dos compañeros. Cerca de 40 profesionales han participado en este operativo que se ha prolongado durante más de 12 horas. Tras conseguir recuperar el cuerpo, un helicóptero lo ha trasladado esta mañana al aeropuerto de Santander para ser repatriado.